La Guardia Civil pide ayuda a los supervivientes de la patera para capturar a sus patrones
Los socialistas reclaman permisos de trabajo y de residencia para los inmigrantes
La Guardia Civil ha requerido la colaboración de los seis subsaharianos rescatados de una patera el 20 de febrero a 220 kilómetros al suroeste de Gran Canaria, con el fin de identificar a los dos patrones marroquíes que la habían abandonado 14 días antes en alta mar. Durante las dos semanas que pasaron a la deriva, murieron 12 de los 18 ocupantes de la embarcación. El PSOE ha pedido permisos de residencia y de trabajo para los supervivientes. Cinco de ellos han sido encerrados en el centro de internamiento de Las Palmas, y el sexto, una mujer, está en un hospital de Tenerife.
La Guardia Civil ha mostrado a los supervivientes fotografías de los patrones detenidos en Fuerteventura y Lanzarote en las fechas que se produjo el suceso. Los agentes tienen la esperanza de que los subsaharianos logren idenficarlos. Sin embargo, sus gestiones no han dado resultado hasta el momento.
El PSOE ha pedido al Gobierno, a través de una pregunta presentada en el Congreso por los diputados Carlos Sanjuán y José Segura, que conceda permisos de residencia y de trabajo a los náufragos. Los socialistas subrayan "la necesidad de que el sumario a instruir por la muerte en la mar de 12 personas (...) cuente con el testimonio de las personas salvadas, únicas que pueden identificar a los criminales cuya identidad debe intentar concretarse por todos los medios".
Esta pretensión choca con las intenciones del Ejecutivo, decidido a devolverlos cuanto antes a sus países de procedencia (Malí, Ghana y Costa de Marfil). La Delegación del Gobierno en Canarias explicó ayer que no se hallaba en condiciones de precisar si alguno de ellos había sido repatriado en las últimas horas.
La patera había zarpado el día 6 de febrero de una playa cercana a El Aaiún, en el Sáhara Occidental. A bordo viajaban dos patrones marroquíes, dos inmigrantes de la misma nacionalidad y otros 18 procedentes de varios países subsaharianos.
El primer día de travesía, el motor se averió. Los marroquíes lo arrojaron al mar, saltaron a otra patera que navegaba en paralelo y prometieron a los subsaharianos que volverían a rescatarles. Nunca lo hicieron.
Desde ese momento hasta que, dos semanas más tarde, la chalupa fue avistada por el pesquero gallego Naboeiro, 12 de los inmigrantes murieron. Sus compañeros fueron arrojándolos por la borda.
