Dzhaba Ioseliani, escritor, político, mafioso
El polifacético Dzhaba Ioseliani, una de las principales figuras de la vida política de Georgia durante la desintegración de la Unión Soviética y la agitada década de los noventa, falleció en Tbilisi el 4 de marzo, a los 77 años, víctima de un derrame cerebral.
Ioseliani poseía numerosos talentos y combinó la actividad literaria con el hampa y la política. Fue un especialista en arte, que se doctoró con una tesis sobre las máscaras en el teatro georgiano, y también una reconocida autoridad del mundo delictivo, que pasó 30 años entre rejas. Fue condenado por primera vez, siendo un adolescente, cuando robó un aparato de radio para escuchar los partes militares durante la Segunda Guerra Mundial. Luego volvió a la cárcel, convicto de asalto a mano armada, cuando estudiaba con nombre falso en la Facultad de Psicología de Leningrado (hoy San Petersburgo) sin haber cursado siquiera estudios medios.
Tras volver a Tbilisi, Ioseliani llegó a ser profesor en la universidad, tarea que compaginaba con la de escritor de novelas. Con la llegada de la perestroika, se dedicó de lleno a la política, a la que aplicó su mucha experiencia en el mundo del hampa. Su debú tuvo lugar en 1989, en las últimas elecciones a diputados de la Unión Soviética. Ioseliani organizó los Mjedrioni (Jinetes), unas formaciones militarizadas que se foguearon en las regiones de Osetia del Sur y Abjasia y también en la guerra civil de Georgia.
En 1992 se rebeló contra el entonces presidente georgiano, Eviad Gamsajurdia, y se convirtió en uno de los abanderados de la vuelta de Edvard Shevardnadze, que antes de ser ministro de Exteriores de la Unión Soviética había sido jefe del Partido Comunista de Georgia. En el invierno de 1992 se incoroporó a la dirección del Consejo Militar (Gobierno provisional) y en la primavera de aquel año, al Consejo de Estado.
En 1995 fue condenado por última vez en su vida, por traición a Georgia y por atentar contra el presidente Edvard Shevardnadze. Cuando salió de la prisión, en una amnistía en el 2001, el mundo había cambiado alrededor del héroe folclórico de la transición georgiana. Ioseliani ya no era peligroso para Sheverdnadze, que se ha interesado personalmente por la salud del enfermo durante los varios días que éste ha permanecido en la unidad de cuidados intensivos.
Tras la disolución de los Jinetes, Ioseliani fundó la Unión de los Patriotas Georgianos, una formación política que planea participar en las próximas elecciones parlamentarias en Georgia. El fallecido es considerado como un modelo digno de estudio en el mundo del hampa. Una de las grandes operaciones que se le atribuyen fue un robo en unos grandes almacenes moscovitas en los años cincuenta, cuando, en compañía de unos cómplices, instaló varias cajas registradoras por su cuenta y durante varias horas se dedicó a cobrar a los clientes. Al entierro se espera la presencia del patriarca de Georgia.-
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