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Schröder renuncia a concertar sus reformas

Tras el fracaso definitivo de la Alianza para el Empleo, en la que desde 1998 se reunían sindicatos, patronales y Gobierno, el canciller alemán, Gerhard Schröder, parece decidido a impulsar sin consenso previo una nueva ronda de reformas para tratar de sacar a flote la mayor economía de la zona euro. El anuncio de esta política se espera para el 14 de marzo, fecha en la que se dirigirá al Bundestag, la Cámara baja del Parlamento. "En tiempos en los que no hay nada que repartir, la política tiene que asumir su responsabilidad. Yo no negociaré", espetó Schröder el lunes por la noche, tras el fracaso de una cumbre con ocho líderes sindicales y patronales.

La reunión del lunes se había convocado para tratar de forjar un acuerdo de mínimos sobre los cambios requeridos para combatir el desempleo y revitalizar la actividad. Sucedió, sin embargo, que "los enfoques de política económica de los participantes son demasiado encontrados como para llegar a una posición común", según constataría luego el presidente de la patronal industrial BDI, Michael Rogowski. Mientras los sindicatos habían entrado a la cumbre cargando las tintas en la necesidad de un programa de inversiones, los empleadores volvieron a acentuar la urgencia de flexibilizar la economía y reducir los costes laborales.

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Schröder tendrá que presentar su propia política, que podría contener un plan de créditos blandos para reactivar la construcción con cerca de 10.000 millones de euros, pero también medidas para facilitar los despidos en empresas con menos de 20 empleados. El canciller, asimismo, tendrá que aclarar hasta qué punto Alemania sigue dispuesta a cumplir con el Pacto de Estabilidad, que impone un déficit público máximo del 3%. Sindicatos y patronales se acusaron ayer de obstaculizar un acuerdo, y, cada cual desde su ángulo, rechazaron o pidieron un discurso de "sangre, sudor y lágrimas".

"La política económica alemana siempre se ha orientado hacia el consenso y, en última instancia, ha sido corporativista. Ahora parece que este modelo ha llegado a sus límites", confirmó ayer Bernd Rürup, uno de los cinco sabios de la economía alemana y presidente de la comisión encargada de la reforma de la Seguridad Social.

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