Javier Saviola: "Antic me pide que cuide la pelota"
Javier Saviola (Buenos Aires, 1981) vive un momento feliz: seis goles en seis partidos con Radomir Antic, la mitad (12) de los que lleva este año. Humilde, con conciencia social, el pibito dice que su adaptación ha sido perfecta. No olvida a su país y jamás (el mate es otra historia) rechaza un asado. Es el exponente del cambio del Barcelona, pero huye de la euforia como de la peste.
Pregunta. ¿Cómo se explica un cambio tan espectacular en el Barcelona?
Respuesta. Pensábamos que podía cambiar, pero no dar un vuelco tan impresionante. En pocos días, nos hemos convertido en un equipo que tiene confianza y ha estado a un buen nivel. Lo peor que le puede pasar a un equipo es perderla. Mucha explicación el cambio no tiene. Quizá es que no podíamos seguir más tiempo así. Ver al Barça cerca de la zona de descenso no era conveniente para nadie. Vino otro técnico nuevo, con otros pensamientos. Son muchos cambios que hasta nos sorprenden a nosotros.
"Es difícil de entender que, si preguntan por la nacionalidad, aquí digan catalanes, no españoles"
"Al nuevo entrenador le gusta atacar con muchos; los puntas no nos sentimos tan solos"
P. Antic habla de milagro...
R. Él nos pide cosas distintas a las del anterior, que no llevaron al éxito. Y pide funciones que están dando fruto. Está claro.
P. Ya se sabe que a usted le dijo que no recortara tanto. ¿Qué le reclamó más?
R. Tampoco habló mucho. Que trate de llevar peligro, que cuando tenga la pelota la cuide, que juegue, que busque la profundidad. Lo esencial en un delantero o media punta. Tampoco nada especial.
P. ¿Se siente liberado por Antic al no perseguir a los defensas?
R. Ahora ayudo porque me sale, no porque deba hacerlo. Tampoco ha sido un alivio. Cuando Louis van Gaal me lo pedía, traté de hacerlo lo mejor que pude. Sabía que era complicado: nunca lo había hecho y no respondía a mis características. No me quejé: siempre le respeté, aunque sabía que no era lo mejor. ¿Liberación? Quizá sí. Más que nada por mi forma de juego. Trato de tener frescura y no perseguir rivales.
P. ¿Es éste un Barça práctico?
R. Sí, cada técnico saca de los jugadores lo mejor que quiere. Van Gaal nos veía en distintas posiciones y Antic solo en una. Cada técnico tiene su forma de pensar. Cómo les salga es otra cosa.
P. Cuando fue suplente, ¿temió aburrirse o que se pensara que se le había sobrevalorado?
R. No, nunca. Cuando juego, busco divertirme; si no, no me afectan los comentarios. Trabajo y me brindo a mis compañeros. Ellos ven mi esfuerzo y les hago caso. No a los demás.
P. Su amigo Xavi ha salido beneficiado con su nueva posición.
R. Tiene una gran visión de juego: ve en un segundo al delantero, le marca el pase y le deja ante el portero. Está a un gran nivel. Pero todo el equipo reaparece poco a poco. Hemos jugado tres o cuatro partidos muy buenos. No hay que ir demasiado rápido. El momento es bueno, pero no debemos acelerarnos. En la Champions estamos bien y en la Liga vamos saliendo. Nos gusta que la gente confíe, pero tampoco ir más allá.
P. No es fácil atrapar las plazas de la Champions, a 14 puntos con tan sólo 14 jornadas por delante.
R. No dependemos de nosotros mismos. Hay muchos equipos por delante. Hay que ir paso a paso.
P. Bonano avisó de que el equipo seguía teniendo lagunas.
R. Sí, pero muchas menos. En todas las posiciones hay que corregir cosas, pero vamos mejor. Por ejemplo, en la defensa: recibimos menos goles y a los rivales les cuesta llegar. A Antic le gusta atacar con muchos jugadores, que los mediocampistas se acerquen al área. Nosotros no nos sentimos tan solos.
P. ¿Afecta al equipo la inestabilidad del club?
R. A mí no me altera nada. Aquí te levantas y éste es un club tan grande que siempre hay noticias: uno se va, viene otro... Pasa el tiempo y te acostumbras. ¿La gente más tranquila? También se ha contagiado con los resultados.
P. Dijo que, tras la muerte de su padre, tuvo que crecer de golpe. ¿Cómo se ha adaptado?
R. Muy bien. Nunca me podré quejar del trato de la gente y de mis compañeros. Fue tan bueno que lo que a uno le cuesta el doble, a mí me costó menos. Vine a un club muy distinto al River. La gente acá es muy distinta a la de Argentina y quizá todo le asombra a uno porque extraña al principio su lugar. Me ha sorprendido la educación de la gente. La vida ordenada que tienen acá: hay un orden en todo Cataluña increíble, admirable. La gente es muy distinta a la argentina: es más trabajadora.
P. ¿Entiende lo que significa ahora mejor el Barça?
R. Sí, pero al principio, no. Cuando yo estaba en Argentina, no pensé que había tanto patriotismo entre Cataluña, gallegos, vascos... Nunca imaginé que estaba tan dividida la cosa. En eso tengo que ser sincero. Pero a medida que pasa el tiempo, que conozco a gente catalana, me doy cuenta de cómo lo viven ellos, de la forma en que quieren a Cataluña. Me parece difícil de entender que cuando a uno le piden la nacionalidad, aquí no digan españoles, sino catalanes. Nosotros somos todos argentinos desde arriba abajo. No hay otra historia. Por eso sorprende.
P. Se lo habrá explicado alguno de sus compañeros...
R. No hay mucho que explicar; te das cuenta. Cuando ves a una persona que defiende tanto a Cataluña, ya lo ves. Y está, por supuesto, la importancia del idioma. Lo habla todo el mundo.
P. ¿Cómo ve la crisis de Argentina?
R. Estuvo muy mal. Nos preocupó muchísimo a los jugadores con familia y amigos allí. El corralito nos unió: salió todo el país a la calle. Trabajas toda la vida y se te lo quedan: es terrible. Pretendo como argentino una solución: que la gente, aunque sólo sea eso, pueda comer, que es lo que está faltando.
P. ¿En qué medida un cambio tan brusco de país y de situaciones puede estar ahora afectando a Riquelme?
R. Cada uno tiene su personalidad. Con él, estamos muy bien en el vestuario. Es introvertido, pero habla con nosotros. Lo que pasa fuera no tiene nada que ver con lo que ocurre en el campo. Es un gran jugador que está en período de adaptación. Cuando gane confianza, se verá quién es. Para mi, Riquelme es un gran futbolista, pero le falta tiempo para demostrarlo.
P. ¿ Y que tal su relación con Kluivert? ¿Parece que ahora se compenetran mejor que cuando estaba Van Gaal?
R. Es un futbolista que me sorprendió mucho. Por televisión ya me parecía un gran jugador, pero todavía le aprecias más cuando le tienes al lado. Es rapido, muy inteligente dentro del campo y, sobre totod, tiene unos movimientos que le hacen distinto de cualquier otro delantero centro.
P. ¿Le ha sorprendido también el papel de la Real Sociedad pese a perder el liderato esta semana?
R. Sí. Es un equipo que siempre trata de jugar al fútbol, y eso es muy bueno. Sus jugadores nunca se meten atrás o juegan de una manera diferente a la esperada. Procuran tratar bien el balón, no especular. Me ha sorprendido gratamente con independencia de los resultados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.