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Pujol advierte de que los problemas no pueden ser "excusa" para nuevos retrasos

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, calificó ayer de "muy lamentables" los últimos problemas relacionados con las pruebas del AVE entre Madrid y Lleida, que han acabado con la dimisión del responsable del GIF, pero ha advertido de que no deben servir de "excusa" para retrasar la llegada del tren de alta velocidad a Barcelona.

El presidente catalán aseguró que comprende que "la llegada a Barcelona puede ser a finales de 2004", pero no más allá. "Todo esto se tiene que haber resuelto de aquí a entonces, y se tiene que hacer bien la línea de Lleida hasta Girona y Figueres porque no tenemos por qué perder el tiempo", añadió.

En este mismo sentido se pronunció el conseller en cap, Artur Mas, afirmando que hay que dejarse de disputas y "que lo haga quien lo tenga que hacer, Renfe o GIF, pero que se haga deprisa y bien". Mas aseguró que la Generalitat seguirá presionando en este sentido.

El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, manifestó su deseo de que la línea ferroviaria funcione "perfectamente cuanto antes", por considerar que se trata de "una infraestructura esencial para Aragón". Iglesias reconoció que la puesta en marcha del AVE "no será cuestión de una semana, ni de un mes", por lo que expresó su "preocupación" ante el retraso.

También el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes de Aragón, Javier Velasco, aseguró que la puesta en marcha del AVE Madrid-Lleida ha sido "precipitada", dado que no está ultimada toda la infraestructura necesaria para garantizar la seguridad del tren. Velasco lamentó también que se fijen fechas obligatoriamente, cuando lo más importante es garantizar la seguridad del transporte y de los viajeros.

Disparate nacional

Por su parte, el alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, cree que el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, "actua de buena fe" al exigir al Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) rapidez en la finalización de las obras y calificó la situación de "disparate nacional". Siurana añadió que "pensar en sabotajes, por disfunciones entre el GIF y Renfe, es síntoma de que algo no funciona", en referencia a la catenaria que se rompió anteayer en la línea. "Hay que intentar que la obra termine en buenas condiciones y garantizar que el tren pueda alcanzar las velocidades extremas que lo caracterizan; es posible que hagan falta retoques, pero habría que haberlos hecho antes", concluyó.

Finalmente, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, dijo ayer que hay que dar un margen de confianza al nuevo equipo encargado de hacer llegar la alta velocidad a Cataluña para que tome medidas contundentes para solventar el retraso, y ha abogado por no hacer "más leña del árbol caído".

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