Ur Teatro recupera la obra cumbre de Valle-Inclán, 'Luces de bohemia'
Max Estrella y Latino de Hispalis vuelven a realizar su viaje inciático por los escenarios madrileños. Esta vez Luces de bohemia, de Ramón María del Valle-Inclán, considerada como la obra más grande del teatro español del siglo XX, es abordada por la directora Helena Pimenta y su compañía Ur Teatro. Un espectáculo con el que se pretende poner de manifiesto "el dolor de la lucidez" y que se podrá ver desde hoy en el teatro Albéniz.
Ramón Barea y Cesáreo Estébanez son los protagonistas de esta pieza con la que Pimenta se ha planteado reincidir en su habitual línea de trabajo: "Pretendemos ahondar en una interacción de lenguajes diferentes, el teatro lo entendemos como una necesidad de fusionar el lenguaje sintético y poético, algo que sólo se puede dar sobre un escenario". La directora asume que montar esta función era correr un importante riesgo: "Tanto por lo mítica que es la obra, como por tener que hacer una lectura accesible, renunciando a trucos personales y buscando las claves más profundas para acercarlas al espectador".
Esta propuesta intenta transmitir el personal lenguaje de Valle, a mitad de camino entre lo trágico y lo grotesco y conocido como esperpento: "Valle intenta hacer conscientes a los espectadores de la época del mundo de los años veinte, juega con la dialéctica entre la historia y la peripecia de un individuo", asegura la directora en relación a los numerosos hechos y personajes reales que aparecen en la obra, como Rubén Darío, o el protagonista, Max Estrella, personaje inspirado en el poeta Alejandro Sawa.
"Es un teatro a medio camino entre Antonin Artaud y Bertolt Brecht, combina la solemnidad con lo grotesco, intentando provocar un distanciamiento, nunca una empatía, sino una reflexión, buena prueba de ello es la muerte de Max, sin dignidad aparente, no es la muerte de un héroe trágico..., esa antítesis constante es lo que hemos intentado reflejar en el escenario", dice la directora vasca.
Pimenta ha salpicado el montaje de elementos artísticos contemporáneos, pero muy pegados al texto, para que el espectador encuentre resonancias: "El viaje de Max es de toma de conciencia, pasa de la ceguera a la actitud de un visionario", y sintetiza lo que para ella es esta obra: "El dolor de la lucidez, el atreverse a ver lo que a uno le rodea".
Un total de 13 actores, entre los que también se encuentran Ana Wagener, Fernando Ransanz, Juan Polanco o Pilar Gómez, representan esta nueva versión de la obra cumbre de Valle-Inclán, en la que han participado los escenógrafos José Tomé y Susana de Uña, la dramaturga Carla Matteini y el director Eduardo Vasco, que en esta ocasión se ha ocupado del espacio sonoro.
Luces de bohemia. Teatro Albéniz (Paz, 11. Metro Sol). Entradas: de 9 a 21 euros. Hasta el 30 de marzo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.