Madrazo da plantón al resto del Gobierno en la visita a la central

Javier Madrazo, coordinador de Izquierda Unida en el País Vasco y consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, ha vuelto a hacer uso de la licencia para discrepar que pactó al incorporarse al Gobierno vasco. Ayer expresó su desacuerdo con la política energética del Ejecutivo no acudiendo a la visita que realizó el lehendakari Ibarretxe y el resto de consejeros a las instalaciones de Bahía Bizkaia en el Puerto de Bilbao.

Madrazo participó en el Consejo de Gobierno ordinario que, de forma "extraordinaria", según palabras del portavoz y consejero de Industria, Josu Jon Imaz, se celebró en el Ayuntamiento de Zierbena. Acabada la reunión, Madrazo, que tenía previsto un viaje al Sahara que no realizó, se excusó y no participó en la vista guiada que todo el Gabinete realizó a las instalaciones de la nueva central energética.

El Ejecutivo vasco quiso adelantarse en un día a la inauguración oficial, en la que el protagonismo en el corte de la cinta se la llevarán los reyes Juan Carlos y Sofía. El Gobierno ha sido impulsor del proyecto y participa en él, como socio al 25%, a través del Ente Vasco de la Energía. Los proyectos energéticos han sido una de las claves de la política industrial vasca en los últimos diez años.

Exceso de energía

Madrazo expresó su discrepancia en un comunicado remitido desde Izquierda Unida-EB en el que se indicaba: "No tiene sentido la proliferación de proyectos energéticos" como Bahía Bizkaia, la central de ciclo combinado de Boroa, Bizkaia Energia, o la planta IGGC de Petronor en Muskiz. El consejero de Vivienda tiene en el seno del Ejecutivo un cierto margen para la discrepancia "acordada" en los asuntos relacionados con el medio ambiente. La energía y la alta velocidad son los dos temas en los que Izquierda Unida ha querido marcar en público una línea política divergente de la impulsada por el Ejecutivo. IU acudió a las manifestaciones contra la planta de Boroa e hizo declaraciones contrarias al proyecto de la Y ferroviaria, donde presentó su propia propuesta, una U.

A estas críticas se sumó ayer el PSE-EE en un comunicado, al asegurar que la apuesta del Gobierno coloca a Euskadi "a la cola del respeto medioambiental". Los socialistas acusaron al Ejecutivo de crear una dependencia de los combustibles fósiles y pidieron al Gobierno que tome ejemplo de otras regiones y ponga en marcha un plan de energías renovables que lleve a que en 2010 representen el 15% del consumo de la comunidad autónoma.

En esta misma línea, Izquierda Unida se refiere también en su comunicado al Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, realizado por el Departamento de Medio Ambiente, en el que se informa de que en el periodo 1990-2000 estas emisiones crecieron en Euskadi un 25,3%. Ambas formaciones pidieron ayer respeto al protocolo de Kioto.