Un centenar de refugiados que volvían a Kosovo mueren en un bombardeo

Las autoridades yugoslavas denunciaron ayer que al menos un centenar de

refugiados albanokosovares que regresaban a sus hogares en Kosovo

resultaron muertos por un bombardeo de la OTAN que alcanzó la granja en la

que pasaban la noche. La Alianza anunció la apertura de una investigación

para conocer los detalles de lo sucedido, pero fuentes de la organización

adelantaron que en la zona en la que se produjo la matanza han sido

frecuentes en los últimos días las acciones de limpieza étnica por parte de

los serbios. Un periodista de la agencia Reuters que llegó al lugar de la

carnicería, en Korisa, cerca de la frontera con Albania, fue testigo de un

espectáculo dantesco, en el que los cadáveres calcinados se confundían con

los restos de los tractores y de las pertenencias de la columna de

refugiados. "Nueve cuerpos, de los que todavía sale el humo, yacen en el

lugar. Otros 48 están en la morgue del hospital de la cercana ciudad de

Prizren", cuenta el periodista Goran Tomasevic. "Mis cuatro hijos, sus

mujeres y sus hijos murieron anoche. Mi nieto, mi nuera y yo quedamos

heridos. Los médicos acaban de decirme que ella ha muerto", relató al

reportero uno de los supervivientes que están recibiendo atención en el

hospital. La zona de Korisa había sido objeto de fuerte actividad militar

en los últimos días. Pero la OTAN no tenía ayer constancia de ningún

bombardeo en la noche del viernes. De confirmarse la acusación de Belgrado,

sería la mayor matanza atribuible a la OTAN desde el comienzo de la guerra.