El lado cutre del 2M12
Madrid quiere ser ciudad olímpica. Desde el Ayuntamiento se anuncian inversiones de miles de millones en grandes infraestructuras para disfrute de unos pocos. En Vallecas, en cambio, se cierran instalaciones destinadas al deporte base, utilizadas por muchos. El polideportivo de Palomeras, que fue joya en dotación deportiva en otros tiempos, hoy vive sus más lánguidos días de abandono.
El Instituto Municipal de Deportes (IMD), regido por Javier Rodríguez, pretende cerrar la sala de musculación, el próximo 1 de marzo, a todos los deportistas que se entrenan en Palomeras.
El motivo oficial: la citada instalación "no cumple las normas de control de calidad".
Una excusa opaca que, a nuestro juicio, esconde oscuras intenciones: el traslado de la dotación deportiva de la sala de Palomeras a un nuevo polideportivo de próxima inauguración para que el alcalde de Madrid pueda hacerse la foto.
Existen antecedentes de esta forma tan cutre de actuar. Hace unos meses, el polideportivo de San Blas se quedó sin máquinas de musculación porque se trasladaron al nuevo de Vicálvaro, para poder inaugurarlo. La sala de musculación de Palomeras lleva ocho años prestando servicio en el mismo estado en el que se encuentra hoy.
Es un dato muy revelador que, desde la Gerencia del IMD, hayan tardado casi una década en darse cuenta de que no cumplía las normas de calidad (quizá algún cargo debería dimitir por no haber hecho su trabajo a tiempo).
Para paliar el daño causado a los vecinos de Vallecas por no contar con una instalación acondicionada a la "calidad exigida", en lugar de cerrarla -cosa que, obviamente, no queremos y contra la que vamos a luchar-, se debería actuar rápidamente invirtiendo el dinero que fuera necesario para que la sala de musculación sea un referente de la garantía de calidad que todos los madrileños esperamos de nuestros servicios públicos deportivos, y por lo tanto, del IMD.
