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VISTO / OÍDO
Columna
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La cabeza en la piedra

¡Si Franco levantara la cabeza! La foto del Jefe de España -fórmula que encuentro aproximada a la que Aznar interpreta- declarando una guerra conjunta al Mal Absoluto -¡los moros!- reconocería su triunfo después de muerto, como ganaba las batallas el otro guerrero, Mío Cid Campeador. Burlando a Francia, la de Napoleón en Chamartín y la Razón entronizada; a la Alemania que traicionó a su Führer. Y con una Gran Bretaña afascistada, y una Italia que vuelve al sueño mussoliniano. Puede que Aznar pierda las elecciones, y las pierda su mujer, y hasta el escondido y desolado Gallardón; pero ¿qué importan las elecciones? Franco las desprestigió, y basó su legalidad en el fracaso de ese sistema disparatado de "un hombre, un voto", como si fuera igual un generalísimo que un carbonero. La democracia vuelve a su orden: democracia orgánica. Todo jefe hace las leyes que le legalizarán; así también, Aznar. Franco tuvo sus Cortes, y no le renegaron. ¡Que pierda Aznar! Ya volverá, o no se irá si pierde.

Tiene razón Vargas Llosa cuando dice que no es tan seguro que pierda: falta tiempo, y el pueblo es voluble. Es así. Él cree en Zapatero, y en que la oposición lleva a la iniciativa, aunque lamente que el partido no le deje ser el "socialista moderno": el liberal, el de derechas. Claro, el antiguo es el de Pablo Iglesias: y Largo Caballero, Prieto, Negrín y todos los demás; cada uno cantando su discurso. Qué gusto, para los nacionales, esta foto del gran Emperador con el Jefe, en pie de igualdad. Y oírle que los terrorismos son uno, y por el nuestro debemos estar junto al de Bush.

Y el anticomunismo. Ya hizo gritar a su cuñado Serrano Suñer "¡Rusia es culpable!". Ahora Aznar arrastra tras de sí, con Bush, frente a Francia y Alemania masónicas, al frente anticomunista de la Europa que fue dominada por el comunismo. Oigamos a Lech Walesa, nuestro héroe, al que dimos el Premio Nobel ¡de la Paz!, papista de este Papa, sindicalista de Solidaridad que fue vertical a lo falangista, proclamar la guerra. ¡Un anticomunista polaco! Los países liberados, los de democracia fuerte, los del socialismo que ha cambiado sus errores por el liberalismo capitalista.

Si Franco levantara la cabeza la volvería a dejar reposar sobre su lecho de piedra con una nueva tranquilidad. Reconocido otra vez en la televisión que él fundó, con Arias -que ha dejado sus hijos al servicio de España y su Jefe-, por su guerra salvadora.

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