La guerra como única opción

El presidente del Gobierno, José María Aznar, reitera que hay una oportunidad para la paz; insiste en que le hecho ver a George Bush la importancia de que la crisis de Irak siga en el marco de las Naciones Unidas y espera, según indican sus colaboradores, que en pocas semanas haya noticias frescas sobre el conflicto entre israelíes y palestinos, porque él le ha insistido al presidente de Estados Unidos que es fundamental arreglar ese problema.

Pero lo cierto es que, en público como en privado, transmite la convicción de que, mientras Sadam Husein siga en el poder, no habrá más opción realista que la guerra.

Lo mismo se deduce de lo que dijo con Bush durante su estancia en Texas. "A principios de la semana próxima, vamos a presentar una resolución adicional que dirá claramente que Irak no cumple con las obligaciones que le ha impuesto la ONU. Y quiero decir, para que conste en los anales: no será una segunda resolución, como se dice, sino la última en una larga serie de resoluciones que se remonta a hace doce años", dijo Bush.

El presidente norteamericano añadió que al Consejo de Seguridad "sólo le queda una tarea: decir si Irak cumple o no", y que el Consejo tiene "la oportunidad de demostrar su propia relevancia". José María Aznar precisó que "el tiempo no es indefinido, es corto".

La resolución que EE UU, Reino Unido y España van a presentar en la ONU dentro de pocas horas, pretende, pues, sin esperar siquiera a que los inspectores publiquen el viernes o el sábado su nuevo informe de etapa, emplazar al Consejo de Seguridad ante una última oportunidad de que constate que Irak incumple sus obligaciones. No admitirá que se vuelva a hablar de progresos parciales de las inspecciones. No dejará más alternativa que la de ser rechazada.

Ni Aznar ni Bush quisieron explicar qué harán en el caso de que ese rechazo se produzca, por el veto de algún país o falta de la mayoría de nueve votos sobre quince necesaria. Pero, dado que en sus razonamientos sigue implícito que la resolución 1.441 ya legitima el uso de la fuerza, no hace falta ser adivino para constatar que, aun teniendo en cuenta que el objetivo es "aumentar la presión para que Sadam Husein cumpla", la única opción planteada "en tiempo corto" es la guerra.