Llega el megaescúter
Suzuki marcó la diferencia con el Burgman 400 y vuelve a hacerlo ahora con el 650
EL BURGMAN 650 no es una simple evolución de la versión de 400cc. Suzuki ha diseñado un modelo completamente nuevo desde el primer al último tornillo. Pero el inconveniente es un precio muy elevado para un escúter, que le convierte en una alternativa exclusiva: 9.700 euros. Sin embargo, aporta un gran despliegue mecánico y tecnológico que justifica en parte sus tarifas. Es mucho más que una moto utilitaria de ciudad: a pesar de su línea exterior, con rasgos de escúter, se puede definir sin complejos como una excelente y lujosa moto automática de media cilindrada.
El nuevo Burgman es un vehículo grande, largo y pesado (casi 280 kilos) que destaca por su magnífica capacidad de carga: debajo del asiento tiene un cofre de 56 litros en el que caben dos cascos integrales. Y las dos guanteras laterales y la central suman 10 litros más.
AL DETALLE
- MECÁNICA INNOVADORA
La elaborada mecánica del Burgman 650 es la clave de su comportamiento. El motor es un bicilíndrico paralelo de 638cc con una moderna inyección electrónica que reduce emisiones y consumos. Rinde 55 CV a 7.000 vueltas y forma parte del chasis, una robusta trama de tubos de acero que le rodea.
El escúter de Suzuki está muy por delante de sus rivales en cilindrada, lujo, equipamiento y, sobre todo, transmisión. La potencia llega a la rueda trasera sin correas ni cadenas. Y el variador lo mueve un motor eléctrico con varias funciones. Se puede usar como un cambio automático, pero con dos opciones: normal y power, que acelera de forma fulgurante (semáforos...). Y tiene un modo secuencial más deportivo y divertido, con cinco marchas que entran sin desacelerar pulsando dos botones situados en el puño izquierdo. Además, los frenos de disco tienen un tacto y potencia correctos. Las suspensiones son convencionales: horquilla telescópica delante y doble amortiguador atrás.
- RESPUESTA ASOMBROSA
El Burgman 650 asombra por sus prestaciones y tiene un comportamiento magnífico. En terreno favorable (cuesta abajo y con viento a favor) puede rozar los 200 km/h. Y en llano llega a 172 km/h. reales (pruebas en circuito). Pero lo mejor de todo es la estabilidad: a ritmos normales tiene un aplomo perfecto y transmite una gran sensación de dominio y seguridad. Los frenos y suspensiones cumplen bien, y la posición de conducción y la protección aerodinámica están a la altura exigible. El nuevo Burgman es la referencia a superar entre los escúteres grandes. Por lo menos de momento.
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