Una tormenta salvó a los náufragos de morir de sed
Una de las incógnitas que intentarán despejar los médicos que atienden a los seis subsaharianos rescatados la noche del jueves es cómo sobrevivieron mientras que sus 12 compañeros fueron perdiendo la vida, día tras día.
La primera versión la ofreció el director médico del Hospital Universitario de Canarias, Manuel Sánchez: "Suponemos que partieron con algunas provisiones, algo de agua y algo de comer, con lo que pudieron aguantar los primeros días".
Según el equipo médico, esas pocas provisiones han podido salvarles la vida. A partir de ahí, Sánchez sospecha que pasaron algunos días sin beber, pero que, al final, tomaron pequeños sorbos de agua del mar, aunque esto lo único que provoca es una mayor sensación de sed, que se agrava por el efecto del sol, las altas temperaturas del día y las bajas de la noche, y la humedad.
El jueves, día 13, una tormenta descargó fuertes lluvias en la franja marina cercana a Fuerteventura, informó el Instituto Nacional de Meteorología. La hipótesis más verosímil es que gracias a ella los náufragos pudieron beber un poco más de agua dulce y salvar la vida.
"Cada persona es distinta", aclara Sánchez. "Estos seis [los supervivientes] son de constitución muy fuerte. El instinto de supervivencia puede ayudar mucho a superar este trauma".
El doctor explicó que a medida que el cuerpo no recibe alimentos ni bebidas, empieza a consumir sus reservas de grasa y proteínas. "La prueba está en que uno puede estar en huelga de hambre durante meses y no se muere si sigue ingiriendo líquidos", indicó.
Un dato que apoyaría la tesis de que bebieron bastante agua de mar es que presentaban una deshidratación hipernatrónica (con muy alto contenido en sodio).
Cinco de los seis rescatados, que presentaban síntomas de agotamiento, deshidratación, desnutrición e insolación, están bajo una dieta líquida salina rica en minerales. Su estado es bastante bueno, dadas las circunstancias. Toman líquido con normalidad y anoche estaba previsto que pasaran, en las horas inmediatas, a recibir una dieta sólida blanda.
Sólo la mujer, cuya identidad se desconocía ayer a última hora, permanecía con suministro endovenoso y aún no podía ingerir nada. Sánchez afirmó que presentaba desorientación e hiperglucemia y que los médicos sospechan que puede ser diabética.
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