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Fitzgerald reduce un 31% los gastos de Navarro en Terra Mítica

El director general de Terra Mìtica, el estadounidense John Fitzgerald, logró reducir en 2002 un 31% los gastos de Terra Mítica -muchos de ellos suntuosos- en relación a los que generaba el parque con el anterior gestor del complejo, Miguel Navarro, quien sigue ostentado un alto cargo en la Administración valenciana. Accionistas del parque han criticado abiertamente los excesivos gastos de Terra Mítica durante la gestión de Navarro.

El consejo de administración de Terra Mítica Parque Temático de Benidorm, SA, conoció en la reunión mantenida ayer por la tarde un primer avance del ejercicio económico de 2002. El parque perdió unos 40 millones de euros aunque por primera vez arrojó beneficios operativos, en concreto 2,6 millones de euros. La empresa achacó el descenso de visitantes "a la recesión económica, a la aparición de nuevos competidores y a la adversa climatología en fechas claves". Los resultados definitivos del ejercicio 2002 serán presentados de forma oficial en la próxima reunión del consejo, en marzo.

La nueva directora comercial, Elisabeth Williams mostró a los consejeros la línea de comunicación que pretende dotar a Terra Mítica de elementos diferenciadores respecto a los principales competidores nacionales, utilizando como principal vehículo la montaña rusa de acero invertida.

Las campañas publicitarias más importantes se realizarán antes de Semana Santa y verano, se potenciarán los mercados prioritarios -nacional y local- y se incrementará la inversión en televisiones de ámbito nacional. Williams avanzó que Terra Mítica seguirá priorizando el sector turístico de Benidorm mediante acuerdos con operadores turísticos, agencias de viajes, hoteles y guías así como con casi toda la oferta de ocio de Benidorm.

Las dos grandes cajas valencianas, Bancaixa y CAM, siguen tirando del carro para salvar el parque de su delicada situación financiera. Las cajas habían condicionado la concesión de sendos créditos de 30 millones de euros a una operación de lavado financiero de la mercantil, es decir, intentaron que la sociedad que gestiona el parque dimensionara el capital de la sociedad a través de una operación acordeón (reducir a cero el valor nominal de las acciones y luego ampliarlo). Pero encontraron el rechazo de la Generalitat. Finalmente, las cajas optaron por conceder un crédito participativo, en el que más de la mitad de los accionistas han suscrito una carta de conformidad.

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