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El ex edil del PP de Torremolinos ratifica las irregularidades contables y niega las comisiones

Ávila declara durante cuatro horas en calidad de imputado en un juzgado de localidad

El ex edil del PP de Torremolinos, José Ávila, que denunció supuestas irregularidades contables en una empresa municipal de la localidad y el presunto cobro de comisiones ilegales a empresarios para su antiguo partido, declaró ayer como imputado durante cuatro horas en un juzgado de la localidad. El ex concejal -expulsado del PP por conducta irregular y candidato a la alcaldía por una formación local- ratificó su denuncia pública sobre destrucción de facturas para que el Ayuntamiento se las ahorrase, pero negó que hubiera cobrado comisiones para el partido.

Ávila quedó en libertad sin fianza. En su extensa declaración ante el juez de instrucción número 6 de Torremolinos, José Antonio Ruiz Ortuño, el ex concejal popular detalló el supuesto modus operandi del Ayuntamiento de Torremolinos para evitar que se disparasen los costes de las obras. Las presuntas irregularidades se cometían a través de Samset, una empresa íntegramente municipal de la que Ávila fue consejero delegado entre 1995 y 2000. Según el ex edil, cuando una obra hecha por Samset para el consistorio se pasaba del presupuesto, el alcalde, Pedro Fernández (PP), ordenaba "destruir" u "ocultar" las facturas por la diferencia, práctica que derivó en la quiebra técnica de la sociedad.

Así, el ex concejal precisó que el auditorio municipal costó 6 millones de euros, pero que Samset solo facturó 3.906.000 euros al Ayuntamiento. Según su declaración, se ocultaron facturas por 2.103.000 euros. En las obras del ambulatorio, Samset no facturó al consistorio unos 600.000 euros; en las de la calle San Miguel el Ayuntamiento se ahorró otros 240.000 euros y en las del recinto ferial, 841.000. Esas facturas nunca pasadas al cobro -que suman 3.780.000 euros- fueron las que Ávila entregó a finales del año pasado a la Fiscalía Anticorrupción y que originaron las diligencias por los supuestos delitos de prevaricación, cohecho, malversación, tráfico de influencias, delito societario y falsedad en el juzgado que ahora trata de esclarecer la veracidad de sus acusaciones.

Según el ex concejal, con esta práctica el alcalde pretendía evitar la fiscalización de la oposición "y que ésta pudiera darle caña". El ex edil dijo al juez que la empresa Cemsa, la que llevaba la contabilidad a Samset, se encargaba de "cuadrar el activo y el pasivo" de la sociedad municipal incluyendo como propios bienes del Ayuntamiento. Por esta afirmación, IU -la única organización personada como acusación popular- anticipó que pedirá que se amplié la imputación a Juan Vallejo, directivo de Cemsa.

Avila, en cambio, dio marcha atrás en sus acusaciones sobre el supuesto cobro de comisiones ilegales para el PP. En octubre, dijo en reiteradas ocasiones que había actuado como "testaferro" del partido para recibir esos fondos. Ayer declaró que "nunca" cobró comisiones, que las aportaciones de las empresas fueron "voluntarias" y que en algún caso consistieron en "2.000 kilos de caramelos para la cabalgata".

El edil también sostuvo que los fondos de la cuenta con el subtítulo de Samset que tenía en el Banco Zaragozano, que entonces era dirigido por Vallejo, se usaban para "fines sociales" de los trabajadores de la empresa. Según la querella interpuesta por Samset a Avila hace un par de semanas, desde esa cuenta el ex edil "desvió" en su beneficio particular unos 50.000 euros de las comisiones que cobró al menos a un par de empresarios; dinero que según el alcalde no acabó en el PP porque Ávila "se lo quedó".

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