El Racing golpea a un Rayo triste, lento e inofensivo

Con Piterman de nuevo en el banquillo, el Racing derrotó a un rival directo en la lucha por la permanencia, el Rayo, y hasta se hizo acreedor a un resultado más contundente. En una cita entre dos amenazados por el descenso, el miedo se dejó sentir hasta el primer gol. El paraguayo Benítez retornó a la tierra donde reside desde que dejó de entrenar al Racing y dio un paso más hacia su jubilación definitiva... si es que cumple la palabra de retirarse si los vallecanos descienden.

El equilibrio aparente duró hasta que los cántabros descubrieron que la apuesta de Cos-Piterman por cuatro delanteros y, sobre todo, por la pareja Guerrero-Benayoun era la atinada. Por las bandas Munitis y Txiki empezaban a pisar el acelerador y en la zona ancha Nafti y Diego Mateo se hartaban a cortar los intentos madrileños de atacar.

Dos goles de tan bella factura como elaboración y otras tantas oportunidades claras sentenciaron. En la segunda mitad, Benayoun y Javi Guerrero se aprovecharon de la inanidad ofensiva del Rayo y, junto con Munitis y Txiki, debieron firmar la goleada del año. La expulsión de Quevedo resutló definitiva. Sólo quedaba por ver si el Racing goleba o no. Los cántabros se exhibieron a ratos, ante un rival cómodo, lento, triste e inofensivo. Hasta se permitieron el lujo de que debutara Sarabia, el segundo de los refuerzos llegados de Palamós.