Borrell llama a la izquierda a canalizar y atraer los emergentes movimientos sociales

Josep Borrell, secretario de prospectiva y de formación del PSC, instó ayer a los partidos socialistas y a la izquierda en general a que sean capaces de atraer y canalizar la energía social que ponen en marcha los movimientos antiglobalización, como el reunido en torno a la ciudad brasileña de Porto Alegre, que no se encuentran adscritos a formaciones políticas. El dirigente socialista, que ayer clausuró la escuela de invierno que el PSC ha desarrollado durante el fin de semana en Vila-seca (Tarragonès), realizó una crítica a la Internacional Socialista, a la que definió como "una misa negra", frente al espíritu reivindicativo, por ejemplo, de los antiglobalizadores.

El político socialista, que no hizo ninguna referencia explícita a las multitudinarias manifestaciones realizadas en España contra la guerra en Irak, en cuya organización los partidos tradicionales tuvieron poco protagonismo, se mostró ayer muy preocupado por la incapacidad que muestran las formaciones tradicionales de la izquierda europea de generar complicidades con las clases populares, lo que únicamente redunda en beneficios para la abstención, advirtió. "La indiferencia es la no diferencia. No pueden distinguir una formación de otra", precisó Borrell, quien puso como ejemplo el voto de castigo de las clases populares cuando optan por formaciones de extrema derecha o de extrema izquierda que tienen "un discurso que no aporta solución a nada".

Motor sin ruedas

Por el contrario, los movimientos políticos más autónomos, los que luchan contra el capital y la globalización, encuentran crecimiento, "pero fuera de los mecanismos partidarios", en su opinión. Para explicarse mejor, recurrió a una metáfora: "Es como disponer de un motor sin transmisión o de unas ruedas sin motor". También criticó a los gobiernos y partidos que se encuentran "faltos de ambición y voluntad" y que, a su juicio, llevan a cabo políticas basadas únicamente "en cálculos a corto plazo".

Borrell clausuró la escuela de formación de invierno de los socialistas catalanes, que este año se ha centrado en la toma de posiciones del socialismo entre el ámbito local y global, y se mostró muy crítico con las iniciativas gubernamentales del Partido Popular basadas, precisó, "en menos impuestos y más represión", entendiendo por más represión la preponderancia del papel de las fuerzas de seguridad. En opinión del político socialista, ésta es una reacción mimética del Gobierno de José María Aznar respecto a la sociedad norteamericana, "donde la desigualdad es brutalmente creciente", señaló. Borrell recordó que, por el contrario, "Europa representa la última trinchera desde la que oponerse a esta manera de entender la sociedad".

Asimismo explicó que el PSC es consciente de que la juventud española es la que más tarde se emancipa de entre el resto de la europea, dadas las dificultades que encuentra para poder hacerlo. A ello se añade una de las peores cifras de natalidad, que el dirigente del PSC interpreta así: "Cuando un país no se reproduce es porque tiene dudas muy serias sobre su futuro, sobre la posibilidad de asunción de responsabilidades". En contrapartida, la sociedad española debe estar dispuesta, pues, a acoger las oleadas de inmigrantes necesarias para equilibrar la balanza demográfica, "y no sé si estamos preparados para ello", puntualizó.

La escuela de formación del PSC, en la que el pasado fin de semana participaron, entre otros, Narcís Serra, Carlos Totorica, Celestino Corbacho, Montserrat Gilabert y Francisco Bella, se estructuró en diferentes talleres de debate sobre el territorio y el medio ambiente, la seguridad, la economía, la sociedad y la construcción europea.