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Cuatro creadores ofrecen un diálogo entre las diversas visiones del arte actual

La sala donostiarra Kur reúne en su muestra pintura, fotos e instalaciones

Jorge Cardarelli, Iratxe Larrea y María José y Joseba Lacadena pertenecen a una misma generación de artistas, pero tienen poco más en común. Cada uno de ellos transita por un terreno creativo propio, cada uno con sus propias obsesiones. La galería Kur de San Sebastián (Paseo de la Zurriola, 6) los ha reunido en una exposición de pintura, fotografía e instalaciones, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 26 de marzo.

Kur se sumó al circuito de galerías donostiarras en octubre pasado con un propósito bien claro: tratar de cubrir todas las líneas del arte contemporáneo. Inauguró su sala con una gran exposición de Manolo Valdés, mostró el diario íntimo del pintor catalán Gregorio Iglesias y ahora propone una muestra colectiva que profundiza en el trabajado de cuatro creadores emergentes -Jorge Cardarelli, Iratxe Larrea y los hermanos Joseba y María José Lacadena- y explora así los distintos caminos por los que transita el arte actual.

"Queríamos presentar una exposición un poco diferente a las anteriores; más pop, más divertida y moderna con gente cercana", explica Juan Mari Arriaga, responsable de la galería. La muestra abarca distintas disciplinas, de la pintura a la fotografía o las instalaciones y es un fiel reflejo del momento de fusión que vive el arte actual, ahora que las fronteras parecen haberse difuminado.

María José Lacadena, por ejemplo, con una trayectoria principalmente vinculada a la escultura, presenta siete fotografías digitales a partir del diálogo del arte gráfico y las esculturas. No son imágenes de paisajes, ni retratos. "Elijo secciones de algunas de mis esculturas y las fotografío", dice esta artista cuya obra puede encontrarse en municipios como Lasarte. De hecho, las instantáneas tienen una importante carga espacial.

Propuestas

Hay temas recurrentes en la obra de Lacadena: la duda, el tránsito, el recorrido, el discurrir de la vida. "Mi trabajo es una reflexión de mi realidad", afirma. En Encrucijada, por ejemplo, plasma la idea del laberinto, del dilema, a través de una fotografía que ofrece múltiples caminos que recorrer entre lo que parecen ser columnas.

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La artista trabaja en ocasiones junto a su hermano Joseba, pero la obra que aquí presentan evidencia su distancia creativa y su preferencia por disciplinas diversas. Él también ofrece fotografías digitales, pero con connotaciones pictóricas muy fuertes que las alejan de las obras de su hermana. A esas piezas suma trabajos como New order, un cuadro en técnica mixta que "habla de la unidad y la fragmentación". En los laterales se ve un muro que está cayendo y en el centro deja entrever un objeto fragmentado por un espejo, que permite al espectador participar de esa realidad.

Joseba Lacadena, interesado indistintamente por la figuración y la abstracción, tiene un toque irónico que asoma en algunas litografías. Basta con observar una de las que presenta en Kur, en la que utiliza unos labios enrejados para criticar la incapacidad del hombre para comunicarse.

Los artistas de esta exposición se mueven por distintos derroteros. Nada tiene que ver todo lo anterior con la propuesta que ofrece Iratxe Larrea: una instalación de toallas, a base de silicona e hilo, "para provocar sensaciones ligadas a lo emocional". Y muy otro es también el trabajo de Jorge Cardarelli, inspirado en la doctrina zen. El artista mezcla una serie de pigmentos para reflejar con ellos el estado del alma en cuadros que se podrían encuadrar dentro del expresionismo abstracto.

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