La cotización del petróleo no cede

El precio del crudo en los mercados de Londres y Nueva York se incrementó ayer a medida que crecía la incertidumbre entre los operadores en torno a la crisis de Irak. El testimonio de ayer de los inspectores de Naciones Unidas ante el Consejo de Seguridad, en principio, puede llegar a aplazar un conflicto, pero como aún persisten muchas dudas, la tendencia al alza del precio del barril se mantuvo, llegando a cotizar en el parqué londinense a 32,76 dólares y a 36,80 en el neoyorquino.

Los operadores extreman todas las cautelas porque no quieren verse sorprendidos con un volumen escaso de contratos en caso de que EE UU decida lanzar una ofensiva militar contra Irak y suban los precios de inmediato. Las compras en el mercado petrolero siguen activas e impulsan el precio.

La crisis generada por el proceso de desarme iraquí, a la que se ha sumado desde diciembre la grave situación de la industria petrolera en Venezuela a causa de una huelga de 60 días, ha influido en un aumento del 35% en los precios del crudo desde finales de noviembre. Además de por la cuestión iraquí, el precio del crudo y de otros combustibles como la gasolina y el gasóleo se dispararon la semana pasada después de conocerse que las reservas de crudo de EE UU habían disminuido en 4,5 millones de barriles en apenas siete días, a raíz del aumento del consumo por el frío y por la movilización de tropas hacia Oriente Próximo. Con ese retroceso, las existencias en los depósitos estadounidenses quedaron en 269,9 millones, el nivel más bajo desde 1975. España tiene reservas de crudo para 110 días en caso de que haya una interrupción del suministro por la guerra.

Además de la crisis iraquí y la escasez de reservas, ayer se añadió otro factor que fácilmente dispararía aún más los precios del crudo. La Asociación de Empleados del Petróleo y Gas Natural de Nigeria, según informó Reuters, anunció ayer una huelga indefinida a partir de la madrugada de hoy tras cumplirse el ultimátum de 14 días que dio al Gobierno Federal por cuestiones salariales y de seguridad. El paro amenaza con detener las ocho terminales de exportación de crudo, así como las refinerías y los depósitos de toda Nigeria, el sexto productor mundial de crudo.