Jiménez pide a Álvarez del Manzano que firme un escrito contra la guerra

El Trinimaratón II se detuvo ayer en Vicálvaro. Pero también en la Puerta del Sol, donde la candidata socialista a la alcaldía pidió a Álvarez del Manzano su adhesión a una carta pacifista suscrita por siete regidores de capitales europeas. La revisión del desarrollo urbanístico, la construcción de viviendas protegidas y la ampliación del campus universitario fueron parte de sus propuestas para Vicálvaro.

Hizo un alto en el camino para apoyar a la plataforma cultural en contra de la guerra; para apoyar al llamado comando Goya y a sus integrantes (los artistas). Trinidad Jiménez interrumpió su Trinimaratón II, que ayer la llevó hasta Vicálvaro, para desplazarse hasta la Puerta del Sol. Allí, rodeando el tornillo, como se conoce popularmente la estatua ecuestre de Carlos III, se congregaron actores, directores de cine, cantantes y artistas para recoger firmas en contra de la guerra y vender el merchandaising que exhibieron en la gala del cine español: pegatinas (cinco por tres euros); y en el Congreso: camisetas (una, 10 euros).

Entre Javier Bardem, Ana Torrent, Sabina o Julio Médem, el ambiente era el más propicio para sacarse un as de la manga, una carta contra la guerra y por la paz firmada por los alcaldes de siete grandes ciudades europeas (Londres, Berlín, Roma, París, Viena, Bruselas y Moscú). Jiménez retó a Álvarez del Manzano a que se adhiera a ese texto y expresó su deseo de que "Madrid fuera hoy también capital de la paz, como lo fue en la Conferencia de Paz por Oriente Medio de 1991".

Antes de cumplir con su compromiso antibelicista, la candidata visitó la escuela infantil Los Juncos y mantuvo una reunión con los vecinos afectados por una expropiación en la barriada Las Gallegas. Allí, en la calle de los Gallegos, número 9, se puso de nuevo de relieve, en este Madrid, barrio a barrio que realiza Jiménez, que en la capital las desigualdades no saben de barrios.

Hace casi medio siglo

Dolores Montoro compró hace 48 años, junto a su marido, un terreno para edificar su casa. "Hicimos hasta los ladrillos, la levantamos día a día", dijo a Jiménez. "No podré ver cómo la piqueta tira abajo esta casa". Ahora, en esa vivienda habita la hija de Dolores, pero no sabe hasta cuándo. Su casa es una, como casi todas las de la calle, que será expropiada para construir pisos de lujo.

Jiménez prometió una solución para los afectados, y frente a los inmuebles que serán derribados, hizo siete promesas por Vicálvaro: revisar en profundidad las previsiones del desarrollo urbanístico del distrito; crear una reserva de al menos el 35% de suelo urbanizable para viviendas protegidas; impulsar un "campus universitario del conocimiento" a partir de la ampliación de las instalaciones ya existentes de la Universidad Rey Juan Carlos I; ceder suelo municipal para la creación de equipamientos sanitarios básicos y la instalación de una comisaría; construir un polideportivo y solucionar el problema de la educación infantil, puesto que más del 75% de los niños menores de seis años carecen de plazas en la red de centros públicos.