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Un ciclo repasará la filmografía de Federico Luppi y Adolfo Aristarain

'Un lugar en el mundo' inaugura los pases en San Sebastián

El actor Federico Luppi y el director Adolfo Aristarain forman un perfecto matrimonio cinematográfico. Ambos se sienten comprometidos con su país, Argentina, creen en el cine social y, con su trabajo en común y por separado, han dado a conocer en España ambas realidades. La programación Nosferatu de San Sebastián inaugura mañana con Un lugar en el mundo, un ciclo que repasa su filmografía.

Luppi y Aristarain encarnan dos de las trayectorias más fecundas e internacionales que ha dado el cine argentino. Sus nombres comenzaron a sonar en España en los años noventa, pero ellos ya llevaban casi tres décadas dedicados al septimo arte cuando Un lugar en el mundo (1992) conquistó a la audiencia española y allanó el camino a otros cineastas y actores de su país. El reciente boom del cine argentino en España ha sido posible en gran parte gracias a su trabajo. Y al éxito de aquella película sobre el exilio, las relaciones humanas y la realidad argentina, que relataron entre ambos.

Un lugar en el mundo es, precisamente, la cinta que abrirá mañana la programación Nosferatu, de Donostia Kultura, en el Teatro Principal de San Sebastián, la primera de las 16 que se proyectarán hasta el 4 de junio. En unas, como en Martin (Hache) (1997) -protagonizada también por Juan Diego Botto y Cecilia Roth-, Los últimos días de la víctima (1982) o Tiempo de revancha, sobresalen los nombres de Luppi y Aristarain entre las líneas de crédito. En otras, se profundiza por independiente en la trayectoria de cada uno, tanto a través de producciones españolas como argentinas.

El 19 de febrero, en la segunda entrega del ciclo se proyectará El romance de Aniceto y la Francisca (1966), una película social de Leonardo Favio, centrada en la vida de una humilde pareja, que protagoniza Luppi. Y una semana después, la audiencia del Principal podrá ver La parte del león (1978), cinta de Aristarain sobre un hombre de clase media que encuentra el botín de un robo, en medio de la crisis matrimonial que vive.

La filmografía de Luppi y de Aristarain, guionista y productor además de director, es casi inabarcable. Por eso, el ciclo sintetiza ambas trayectorias, muy vinculadas a lo social y a la realidad argentina, en algunos de sus títulos más representativos. A Luppi, que rodará próximamente su primera película como director, se acercará a través de Sol de otoño (1996), de Eduardo Minogna; Hombres armados, de John Sayles; Cronos (1992), de Guillermo del Toro; Éxtasis (1995), de Mariano Barroso; Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995), de Agustín Díaz Yanes, o Divertimento (2000), de José García Hernández, entre otras películas. El ciclo concluirá con El lugar donde estuvo el paraíso (2001), filme de Gerardo Herrero.

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