Tres ladrones disparan y dejan grave al vigilante de una urbanización de Aravaca
Un vigilante de seguridad de la empresa Prosegur, cuyo nombre corresponde a las iniciales D. M. L., de 29 años, resultó ayer herido de carácter grave al recibir un disparo junto a la clavícula derecha efectuado por uno de los tres ladrones que pretendían entrar en un piso bajo de una urbanización de Aravaca. El herido, que está fuera de peligro, quedó semiinconsciente junto al inmueble hasta que un responsable de su compañía se acercó al ver que no contestaba a una llamada rutinaria de control.
Según una portavoz de Prosegur, esta empresa había sido contratada para efectuar "con carácter esporádico" la vigilancia de este complejo de seis minibloques de tres alturas en una manzana, ubicado entre las calles de Níscalo, Cercis, Cabo Cañaveral y Darío Aparicio, a 200 metros escasos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el antiguo Cesid. El vigilante comenzó a hacer su ronda nocturna, cuando de repente sorprendió a tres ladrones que intentaban robar en un piso bajo de la calle de Cercis. Éstos, que iban con la cara cubierta con pasamontañas, habían saltado la valla de la urbanización, de unos dos metros de altura, y penetraron en un jardín, que pertenece a la parcela del piso bajo izquierda, al que pretendían entrar.
El vigilante de seguridad, que sólamente iba armado con una porra de goma, se enfrentó a los ladrones. Uno de ellos sacó un revólver y le asestó un tiro que le alcanzó la clávícula derecha. Los asaltantes huyeron a la carrera, mientras el empleado quedaba malherido en el jardín.
La voz de alarma surgió cuando el trabajador no efectuó a las tres de la madrugada una llamada al servicio de control de vigilancias de Prosegur. El ordenador central de la compañía alertó a los operadores que el empleado se había saltado este control y éstos decidieron telefonear al móvil del herido. Éste logró responder con grandes dificultades a la llamada efectuada desde la central y balbuceó unas palabras incomprensibles para sus compañeros.
A las 3.07, un inspector de la compañía salió para el complejo de Aravaca y rodeó esta zona de unos 2.000 metros cuadrados. En la esquina del número 11 de la calle de Níscalo con la de Cercis halló malherido al vigilante, que estaba semiinconsciente. El inspector llamó a la policía y a los servicios sanitarios. Hasta el lugar se desplazó una UVI móvil del Samur-Protección Civil, cuyos facultativos atendieron al herido. Tras estabilizarlo, fue trasladado al hospital Clínico, donde fue intervenido a mediodía.
Fuentes policiales señalaron que el herido estaba fuera de peligro y que el proyectil empleado no pudo ser extraído por el difícil lugar de acceso en el que se encontraba. La Policía Judicial está pendiente de tomar declaración al vigilante. Ayer no lo pudo hacer debido a las secuelas de la intervención quirúrgica.
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