La 'embajadora' de Barcelona más insólita

La candidata socialista a la alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez, se propone hacer añicos uno de los clichés más antiguos de la política española: la rivalidad, cuando no aversión, entre Madrid y Barcelona. Ayer lo dejó claro en su intervención en Tribuna Barcelona, el foro impulsado por El Periódico de Catalunya, donde expresó su entusiasmo por Barcelona y defendió algunas de las causas del gobierno municipal que encabeza Joan Clos, como la Carta Municipal, con difícil venta en Madrid. Por primera vez, una alcaldable en Madrid podría pasar casi por una embajadora de Barcelona.

La plana mayor de los socialistas catalanes -con su presidente, Pasqual Maragall, y su primer secretario, José Montilla, al frente- asistieron a su conferencia Las ciudades y la globalización, que dio ante más de 250 personas, representantes del mundo económico, político y empresarial de Cataluña. Fue una forma de subrayar la sintonía total del PSC con uno de los emblemas del nuevo PSOE encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero.

La cálida acogida que los dirigentes del Partit dels Socialistes (PSC) brindaron a Trinidad Jiménez contrasta con la frialdad con que recibieron al alcalde de A Coruña, el también socialista Francisco Vázquez, hace 15 días en el mismo foro. Jiménez correspondió a los continuos cumplidos de los asistentes con elogios reiterados hacia Barcelona. La alcaldable dijo sin ambages que Barcelona, gobernada por la izquierda plural desde 1979, es "motivo de orgullo para todos los españoles" y no ocultó su "profunda admiración" por el "apasionante proceso de cambio" que ha vivido en los últimos años.

La candidata socialista recordó con ironía que su "entusiasmo" por Barcelona le ha acarreado "algunas críticas de un sector de la prensa madrileña", como consecuencia, dijo, de episodios "ya superados". Pero estas críticas -y su posible efecto sobre los electores- no le han hecho cambiar el discurso: a su juicio, la rivalidad "añeja" ha quedado totalmente superada por la globalización. Utilizó un símil futbolístico: la competición, dijo, ya no se circunscribe a la Liga española, sino que la Liga de Campeones ha modificado por completo el escenario de antaño.

La alcaldable del PSOE hizo otro guiño a sus correligionarios catalanes al subrayar su interés por el Fòrum 2004 y hacer propia la histórica petición de reconocer por ley la especificidad de Barcelona a través de la aprobación de una Carta Municipal, empantanada desde hace años en las Cortes. "Ni Barcelona ni Madrid estamos reclamando trajes de alta costura, sino la posibilidad de disponer de algunas prendas a medida que nos permitan afrontar problemas cuantitativa y cualitativamente diferentes", afirmó.

Asimismo, Jiménez admitió que la inseguridad es uno de los asuntos claves de la campaña ante las municipales, pero señaló como prioridad reducir la marginalidad. También reclamó que los alcaldes asuman algunas de las competencias que hoy están en manos de la delegación del Gobierno.

En declaraciones a varios medios catalanes, Jiménez invitó al ecologista José María Mendiluce, socio de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), a retirar su candidatura para no fragmentar el voto de la izquierda.