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El Gobierno de CiU ocultó al Parlament la buena nota de Piqué en otro sondeo

El equipo de Mas también escondió la ventaja de Duran en 2000

La Generalitat envió al Parlamento catalán el sondeo oficial de julio de 2000 sin incluir las valoraciones de Artur Mas, Josep Antoni Duran y Josep Piqué. La encuesta completa, a la que ha tenido acceso este diario, se elaboró cuando Mas y Duran competían por suceder a Jordi Pujol y arrojaba unos resultados desalentadores para quien acabaría siendo el elegido: por primera vez, un dirigente del PP pisaba los talones en Cataluña a un potencial candidato de CiU. Además, Duran superaba claramente a Mas en valoración y se situaba incluso por delante del socialista Pasqual Maragall. El material enviado a la Cámara obvió los tres nombres.

Coincidiendo con el nombramiento de Mas como conseller en cap, en enero de 2001, el Gobierno de Convergència i Unió (CiU) envió al Parlament un sondeo con datos falsos que le beneficiaban frente a sus rivales. Según reflejan las tablas remitidas a la Cámara, la valoración de los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla, y la del democristiano Josep Antoni Duran se modificaron a la baja, lo cual ha provocado la indignación de todos los partidos, salvo CiU, y la petición de comparecencia de Artur Mas.

Otro barómetro, el anterior, de julio de 2000, elaborado también por la empresa Line Staff tampoco se envió correctamente al Parlament, según ha comprobado este diario a partir de las tablas originales. En esa ocasión, uno de los partidos perjudicados fue el PP, socio de CiU en el Congreso y en el Parlamento catalán: el material enviado se presentó sin la valoración de Piqué. Recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores, éste obtenía una nota insólitamente buena para un dirigente del PP catalán (5,28) y su nivel de conocimiento incluso duplicaba el conseguido por Mas: 79% frente al 39%.

La información que el Gobierno catalán difundió y remitió a la Cámara omite las tres valoraciones. Estos sondeos los presentaba públicamente Mas, en aquella época portavoz del Ejecutivo que preside Jordi Pujol, y las 40 páginas del informe que se presentó llevan el membrete del Gabinete del Consejero Portavoz del Gobierno, dirigido por David Madí, hoy secretario general de Comunicación de la Generalitat.

Sin respuesta

Este periódico ha intentado desde el pasado lunes conocer los motivos por los cuales el Gobierno de CiU no envió toda la información al Parlamento catalán, pero no se ha obtenido ninguna respuesta. Durante tres días sucesivos se remitieron distintas preguntas por escrito y por teléfono a Josep Camps, director general de Evaluación y Estudios (adscrito a Presidencia), con copia dirigida también a David Madí y al administrador de Line Staff, Jordi Guixà. En la única respuesta facilitada por escrito, Camps considera que Presidencia ya ofrece "explicaciones de sus actuaciones al Parlament a través de los mecanismos establecidos". Después, un portavoz del departamento señaló que no se daría ninguna otra explicación.

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En mayo de 2001, CiU expresó su malestar porque una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre Cataluña preguntó por Piqué sin ser aún candidato a la Generalitat ni presidente regional. El portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, lo consideró una "broma". No obstante, un año antes, los sondeos de la Generalitat ya preguntaban por Piqué, aunque no siempre se difundía su valoración. De hecho, el hoy ministro de Ciencia y Tecnología se ha convertido casi en el guadiana de los barómetros. Sin ninguna lógica aparente, a veces se le incluye en los datos que se difunden y a veces no (véase cuadro).

Un año después, en julio de 2001, en plena polémica del CIS, su nombre volvió a desaparecer del resumen de la encuesta que difunde el Ejecutivo catalán. No regresó hasta julio de 2002, tres meses antes de ser elegido presidente regional, y lo hizo con un suspenso. La nota que Piqué había obtenido dos años antes era muy buena teniendo en cuenta la media de los dirigentes del PP en Cataluña. No sólo aprobaba, sino que doblaba al futuro candidato de CiU en grado de conocimiento y le disputaba terreno en la aceptación entre catalanes de pura cepa -de al menos dos generaciones-, los jóvenes y las clases populares. Este caso no es el primero en el que se omitió la valoración de un líder político en una encuesta de la Generalitat. En febrero de 1998 se ocultó que Maragall (7,27) superaba a Pujol (6,70). En una respuesta parlamentaria por escrito, Mas lo consideró una "omisión involuntaria".

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