"Hasta ahora no hay datos que relacionen a Irak con Al Qaeda"
Michael Chandler, ex oficial del Ejército británico, mantiene un perfil discreto, pero que ocupa un puesto de suma importancia en la campaña internacional para combatir el terrorismo. Es un veterano de las operaciones de Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia, y hoy podría calificársele de sheriff internacional cuya misión consiste en ayudar a configurar y coordinar los esfuerzos internacionales para desbaratar las actividades de Al Qaeda. Su cargo oficial es presidente de un Grupo de Vigilancia creado por Naciones Unidas para supervisar, informar y hacer recomendaciones sobre las medidas que el Consejo de Seguridad decida que los Estados miembros deben emprender contra Osama Bin Laden, Al Qaeda, los talibanes "y los individuos y entidades relacionados". El grupo que preside Chandler publicó recientemente un extenso informe en el que se pedía a todos los países que mejorasen su cooperación en la lucha contra Al Qaeda y se advertía que, aunque ha habido triunfos importantes, todavía están en libertad más de un centenar de agentes conocidos, están captando a nuevos reclutas, y la capacidad de la organización de obtener armas de todo tipo sigue siendo alarmante. Sin embargo, pese a toda la información de la que dispone, no ha visto nada que le empuje a pensar, como proponen los Gobiernos del Reino Unido y de Estados Unidos, que Irak ha ayudado a Al Qaeda.
"Todas las autoridades competentes del mundo se toman en serio las amenazas de Al Qaeda e intentan elaborar mejores controles y mantener mejor intercambio de información"
"Es importante capturar a Bin Laden, pero, en mi opinión, el que debería preocuparnos es Ayman al Zawahiri, su número dos, encargado de las operaciones"
"Si Sadam y Al Qaeda fueran a unirse, ya lo habrían hecho. No podemos saber si alguna vez podría haber algún vínculo; en el mundo ocurren muchas cosas"
"Tenemos informes que indican que, al parecer, están surgiendo en el este de Afganistán pequeñas instalaciones de entrenamiento para terroristas, fáciles de recoger y trasladar"
"Está claro que España se toma muy en serio a Al Qaeda, como los demás socios europeos, pero ha tenido que hacer frente a ETA, y eso da experiencia"
"El primer objetivo de Bin Laden era crear un área de islamismo radical en Oriente Próximo y Asia central, aunque no parece que vaya a ser así"
"Las armas de destrucción masiva de Al Qaeda no se pueden considerar algo imaginario. Hace dos años habríamos dicho que lo de las torres era imaginario"
Pregunta. ¿Han visto alguna relación entre el régimen iraquí y Al Qaeda?
Respuesta. No. Hasta ahora, no nos ha llegado ningún dato. En el Grupo de Vigilancia de Naciones Unidas no tenemos, en este momento, acceso a ninguna información que lo confirme.
P. ¿Le preocupa que, en caso de guerra en Irak, Sadam y Al Qaeda, que hasta ahora no se llevaban demasiado bien, se unan según el principio de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo?
R. Es pura conjetura. Aunque no debemos pasar por alto la posibilidad de que puedan aprovecharse de la situación. Pero, al mismo tiempo, hay que pensar en Irak, no en Sadam, y ver el tipo de país que es. Ahora bien, yo creo que, si fueran a unirse, si fueran a ponerse de acuerdo, ya lo habrían hecho. Sin embargo, no tenemos ningún indicio de que se haya desarrollado ningún vínculo. No podemos saber si alguna vez podría haberlo. En el mundo ocurren muchas cosas que no siguen una lógica imprescindible.
P. Acaba de hablar de Osama Bin Laden en presente. En su informe menciona una cassete, dada a conocer hace poco, en la que se elogia la toma de rehenes en el teatro de Moscú y que es "casi con seguridad" la voz de Bin Laden. ¿Está vivo?
R. No ha habido nada que indique que está muerto, ¿verdad? Algunos intentan sugerir que quizá murió pulverizado por los bombardeos sobre la parte oriental de Afganistán, sobre todo cuando estaba en la zona de Bora Bora. Pero también se oyen historias fantásticas de que atravesó en burro las montañas y pagó a gente para que le dejaran pasar. ¿Será un mito propio de un hombre con su carisma -porque tiene carisma, para los que creen en lo que representa-, porque hay los que no quieren que muera la leyenda? ¿O tal vez sea capaz de pasar inadvertido hasta el último instante? Para esta gente, el tiempo siempre corre a su favor. No tienen prisa para hacer nada. Se ve en la cantidad de tiempo que transcurre entre los grandes atentados que han realizado. Si el momento no es oportuno, esperarán.
P. ¿Qué importancia tiene capturar a Bin Laden?
R. Es importante capturarle porque se le considera el responsable máximo de lo que ha ocurrido. No sólo del 11 de septiembre, sino de otras cosas anteriores y seguramente cosas posteriores. Ahora bien, en mi opinión, el que más debería preocuparnos es Ayman al Zawahiri, su número dos, el médico egipcio. Es el encargado de organizar las operaciones. Es decir, aunque tengamos a Bin Laden, si este tipo sigue en libertad seguiremos teniendo problemas. Otra cuestión es qué influencia tendrá su detención en esa amplitud de sentimientos, esa causa común, si nos encontramos con células a las que no les gusta cómo se comportan ciertos países y que están en contra de ellos, al margen de lo que Bin Laden les dijera que tenían que hacer. Quizá se acuerde de lo que decía la gente; que, si capturamos a Bin Laden, habrá otros 25 esperando para sustituirle. Así que, en mi opinión, sería estupendo que le atrapáramos, pero no creo que eso vaya a acabar con el problema al que nos enfrentamos, ni mucho menos.
P. Si le detuvieran o le mataran, ¿habría que contar con que le convirtieran en un mártir, no?
R. Por supuesto. Lo mejor, seguramente, sería no matarle. Si le juzgan y le declaran culpable, que le condenen a cadena perpetua, cosa que posiblemente le agradará menos que ir al cielo.
P. En el último informe publicado por su grupo dicen que las armas confiscadas hasta ahora a Al Qaeda "no son más que la punta del iceberg"; ¿tienen un arsenal muy amplio?
R. Pueden colocar bombas muy poderosas, como vimos en Bali. También hemos visto que, cuando desean disparar SAM 7, pueden hacerlo, si el misil lanzado contra el avión israelí en Kenia estaba relacionado con Al Qaeda, y todo parece indicarlo. No parece que les sea difícil conseguir lo que necesitan para hacer su trabajo. Eso es lo que importa.
P. En el informe dicen que les preocupa mucho el peligro de que Al Qaeda adquiera una bomba sucia. A propósito de la bomba sucia -una bomba tradicional equipada con material radiactivo-, la policía tanzana capturó hace poco 110 kilogramos de materia prima para una bomba de ese tipo, uranio puro. ¿El sur de África es una zona especialmente delicada y preocupante?
R. No hemos establecido una relación directa entre esa captura y Al Qaeda. Pero el material está yendo de un país a otro. Es fantástico que la policía tanzana consiguiera hacerse con parte de él -y no es la primera captura-, y todavía estamos hablando con las autoridades de Tanzania al respecto. Pero cualquier lugar en el que resulte fácil obtener estas materias primas debe preocuparnos... Porque existen indicios, por documentos encontrados en Afganistán, de que les interesaba aprender a construir una bomba sucia. Estamos intentando que los Gobiernos redoblen sus esfuerzos en el control de fronteras, sobre todo si existe la posibilidad de que haya problemas en las cercanías.
P. ¿Hay algún indicio de que Al Qaeda haya podido obtener el acceso a armas químicas o biológicas?
R. No, no tenemos datos al respecto.
P. ¿Y qué me dice de Al Qaeda y las armas de destrucción masiva? ¿Hasta qué punto es una preocupación o es pura imaginación?
R. No creo que nada de esto se pueda considerar imaginario. Hace dos años, seguramente, habríamos dicho que estrellar un avión cargado de pasajeros contra las Torres Gemelas era imaginario. En mi opinión, todas las autoridades competentes se toman estas amenazas en serio y están intentando elaborar formas de tener mejores controles y mejor intercambio de información. Por ejemplo, se está desarrollando una iniciativa de seguridad de los contenedores que permita cubrir de forma más exhaustiva el sector de los transportes marítimos. Todas estas amenazas han pasado a ser cosas que hay que tomar muy en serio. Pero, por otro lado, lo que sucede con las armas de destrucción masiva es que necesitan un sistema de lanzamiento. La bomba sucia es relativamente fácil de montar, pero, cuando hablamos de armas propiamente dichas, necesitan conseguir un método de lanzamiento.
P. En su informe mencionan la aparición de pequeños campos de entrenamiento en el este de Afganistán y de "nuevos voluntarios". ¿Hay pruebas de que tienen nuevos reclutas, de que la organización está creciendo?
R. Hemos visto varios informes que indican que, al parecer, están surgiendo, en zonas del este de Afganistán, pequeñas -y destaco pequeñas- instalaciones de entrenamiento, fáciles de recoger y trasladar, y no tengo motivos para dudar de dichos informes. Son centros para grupos pequeños de personas que permanecen en un lugar determinado, tal vez dos o tres semanas, y se entrenan en ciertas técnicas, probablemente técnicas para enfrentarse a las fuerzas de la coalición que gobierna ahora en Afganistán. Estoy seguro de que en ese país hay gente a la que no le gusta tener a las fuerzas de ocupación.
P. ¿Y pruebas de que la red está creciendo fuera de Afganistán?
R. Decir que crece tal vez sea conjetura. Pero no creo que esté desapareciendo. En mi opinión, cuenta con muchas simpatías en numerosas áreas.
P. Un problema al que se enfrenta Al Qaeda es el de mover a su gente, sobre todo a los países a los que les gustaría atacar. ¿Hasta qué punto son un problema las mafias que se dedican a transportar a inmigrantes ilegales en todo el mundo?
R. Siempre es una preocupación, porque los que dirigen esas cadenas de inmigrantes ilegales se dedican a trasladar a la gente de forma clandestina y es evidente que no les importa a quién estén trasladando. No creo que ninguno de ellos se acerque a uno de sus clientes y le pregunte si es de Al Qaeda. Si el tipo le paga 5.000 o 10.000 dólares por un viaje, se encargará de llevarlo adonde sea, o lo pasará a otro punto de la cadena. Esas organizaciones sirven para que la gente de Al Qaeda pueda trasladarse de un punto A a otro B.
P. En el informe dicen que ha habido un "cambio de táctica", que han pasado a blancos fáciles, preferiblemente con el máximo número de víctimas. ¿Los barcos y aviones sujetos a atentados con misiles son blancos fáciles?
R. Si nos fijamos, por ejemplo, en las embajadas de Estados Unidos, han reforzado la seguridad en las instalaciones y los países anfitriones toman más precauciones con su vigilancia. Con las bases militares ocurre lo mismo. Hay más conciencia en estos aspectos, así que ahora consideramos que son blancos fáciles los lugares turísticos o los aviones de pasajeros. Al final, ¿qué podemos vigilar? Hay que vigilar todo.
P. ¿Cómo está organizado Al Qaeda?
R. Una cosa era Al Qaeda en el momento del 11 de septiembre y otra lo que podemos ver ahora, que es una coincidencia de intereses mucho más vaga. Más que organización, hay que hablar de red: una cosa mucho más imprecisa, más extendida, que al principio. A lo largo del tiempo, a medida que hemos ido sabiendo más cosas de Al Qaeda y se han realizado más investigaciones, ésta es la idea que parece quedar clara. Hasta el 11 de septiembre, nuestras investigaciones indicaban que Bin Laden tenía un consejo de hombres fundamentales, los que están en la lista de Naciones Unidas y algunos otros, y tenían una situación geográfica determinada, porque su base estaba en Afganistán, según todos los indicios. Ahora, con el paso del tiempo, se han hallado más conexiones, la ideología se ha difundido mucho más y son capaces de actuar de forma menos estricta. Es muy flexible.
P. Además de flexible, ustedes califican a Al Qaeda, en su informe, como un "movimiento insidioso de masas", una "red terrorista de dimensiones mundiales, no restringida por límites nacionales". Es la amenaza terrorista más temible que ha conocido jamás el planeta, ¿verdad?
R. ¡Sin ninguna duda! Ésa es la cuestión. Desde luego, a principios del año pasado parecía que podía hacer lo que quisiera, cuando le pareciera. Como he dicho, las detenciones y los esfuerzos realizados en diversos países -Pakistán, países europeos como España, Francia, Italia o el Reino Uni-do- son el resultado de una mayor conciencia de a qué nos enfrentamos; la gente se lo toma más en serio, y eso hace que a ellos les sea mucho más difícil actuar. Por supuesto, Singapur y los países del Sureste asiático también están muy involucrados. Todo el mundo está muy preocupado por Al Qaeda y se lo toma más en serio. Éste es el mensaje que intentamos transmitir.
P. Aunque consiga su objetivo en la ONU y logre una cooperación total entre los países en la interrupción del suministro de dinero a Al Qaeda, la restricción de los viajes, los movimientos de armas y todo lo demás, eso sólo será, en el mejor de los casos, limitar los daños, no ganar la guerra...
R. Lo mejos es ser capaces de seguir desbaratando sus intentos. Eso es para lo que todo el mundo se está preparando, si no lo está haciendo ya. Cuantos más países sean conscientes de ello, cuanto más comprendan hasta qué punto es real la posibilidad de un atentado terrorista de Al Qaeda contra ellos, en vez de ser meramente algo que ocurre a miles de kilómetros, más obstáculos les supondrán para sus actividades. Cuando existe un gran número de fanáticos y extremistas, siempre resulta muy difícil. Nunca acabaremos completamente con su movimiento mientras no cambien las razones en las que se apoya. Eso es lo que ha ocurrido con las pequeñas organizaciones políticas que había en Europa. Al final, han terminado porque la situación ha cambiado, o se les ha acabado el impulso porque no cuentan con ningún apoyo. Ahora bien, en este caso, lo importante es mantener el esfuerzo internacional hasta que sepamos que la situación está controlada y que han dejado de actuar. Hasta entonces, no debemos cejar.
P. En conflictos como el de Irlanda del Norte, siempre se sabía que en algún momento existía la posibilidad de que se llegara a algún tipo de solución política. Con Al Qaeda, no parece que exista una solución así, ni siquiera hipotética, ¿o sí?
R. En ciertos casos, se trata de personas que quieren causar daños porque no les gusta la estructura general de la gente a la que atacan. Puede ser Estados Unidos, puede ser Israel. Por otro lado, tal como están las cosas en este momento, no creo que el señor Bin Laden vaya a disfrutar de su gran califato de aquí a poco. Y eso era lo que pretendía. Su primer objetivo era un área de islamismo radical en Oriente Próximo, Asia central y toda esa zona. Tal como están las cosas, no parece que vaya a ser así.
P. Entonces, ¿hay datos prometedores?
R. Existe mucha más conciencia en todo el mundo de lo peligrosa que es la gente a la que nos enfrentamos, y de ahí los acontecimientos que hemos visto en España, Italia, el Reino Unido o Francia durante las últimas semanas, a medida que sale a relucir más información. Evidentemente, hay un intercambio de información mucho más rápido entre los distintos organismos y países, y así es posible lograr que haya detenciones como las que se están realizando.
P. Supongo que ha seguido las acciones de España contra Al Qaeda, las detenciones...
R. Es estimulante ver lo que ocurre. Es estupendo. Es consecuencia del punto de vista que ha adoptado España respecto a la amenaza de Al Qaeda, su percepción y su forma de afrontarla.
P. ¿Cómo define el punto de vista español?
R. Está claro que España se toma muy en serio a Al Qaeda, como el resto de los socios europeos, pero España ha tenido que hacer frente a ETA, y eso hace que esté preparada para ocuparse del terrorismo. Desde el primer momento hubo indicios de que habían existido algunas conexiones; desde entonces han abordado el problema de forma enérgica y eficaz, y por eso están obteniendo resultados.
Informe sobre Al Qaeda
"LA LUCHA CONTRA la red de Al Qaeda está resultando una empresa difícil y prolongada. Al Qaeda es más que una organización terrorista susceptible de ser identificada y eliminada. Es un movimiento de masas insidioso con el que es preciso enfrentarse mediante tácticas muy variadas. Entre ellas, la actuación de los servicios de información, la acción militar, las medidas para impedir la financiación, la investigación policial, las restricciones de viaje y el embargo de armas. Exige una constante conciencia y vigilancia en materia de seguridad. Y, quizá lo más importante, requierre una cooperación internacional concreta. Ningún país ni grupo de países puede abordar el problema por su cuenta...".
"Un aspecto del fenómeno de Al Qaeda que es motivo de gran preocupación es el número de agentes que se entrenaron en Afganistán durante los años en los que existieron los campos de entrenamiento. Dichos agentes regresaron a sus países de origen o fueron a otros. Se les ha comparado con bombas de relojería: cuando llegue el momento, explotarán.
Con ello, el grupo quiere decir que, después de planear y preparar minuciosamente los objetivos seleccionados, actúan al recibir la señal adecuada o cuando se presenta la oportunidad conveniente. La mayoría de estos agentes permanecen en libertad. Las autoridades de los Estados en los que se encuentran seguramente conocen a algunos de ellos. Otros muchos están latentes, y se desconocen tanto sus identidades como su paradero".
[Tercer informe del Grupo de Vigilancia creado en virtud de la Resolución 1363 (2001) del Consejo de Seguridad y ampliado por la Resolución 1390 (2002)].
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