Salma Hayeck da vida a Frida Kahlo en su papel más ambicioso

Salma Hayeck asistió anoche a la première en Madrid de Frida, la película que recrea la vida de la pintora mexicana Frida Kahlo. Un proyecto que ambicionaron Madonna y Jennifer López, entre otras, y que finalmente consiguió Salma Hayeck. La película, estrenada en la última Mostra de Venecia, estará en las salas comerciales españolas a partir del próximo 14 de febrero. Su estreno en México estuvo rodeado de polémica, ya que el filme fue tachado de ser un producto edulcorado, a la medida de los gustos de Hollywood, lejos de la durísima vida de esta mujer misteriosa y obsesivamente narcisista.

Ayer estaba previsto el encuentro de la actriz mexicana con la prensa española. Pero la cita se convirtió en desencuentro tras el plante de más de setenta fotógrafos que, convocados a las 13.30 en el hotel Palace, decidieron abandonarlo a las 14.15. A esa hora, todavía nadie de la distribuidora en España de la película, Lauren Films, había bajado al salón donde estaban reunidos para explicar, o advertir, el retraso.

Salma Hayeck aparecía minutos después acompañada de la directora de la película, Julie Taymor, y de la nueva responsable de marketing y prensa de la distribuidora, Reyes Ferrer. Un hombre con corbata (que no se identificó y que parecía de seguridad) cogió el micrófono y pronunció las primeras palabras tras la espera: "Los que quieran irse que se vayan; para el resto empieza la rueda de prensa". El griterío se multiplicó y la actriz preguntó qué ocurría. La minúscula Salma Hayeck, al ver que nadie ponía orden, se puso entonces de pie y pidió disculpas: "Quiero pedirles perdón. Yo llevo trabajando desde las nueve de la mañana, no llevo reloj, no sé qué hora es y no sé qué ha ocurrido. Si es verdad que les han hecho esperar casi una hora sin decirles nada ni pedirles disculpas, pues entonces les apoyo en su protesta. Yo sólo quiero dejar claro que no estaba dormida, que estaba trabajando".

"Es todo mi culpa", manifestó entonces la directora de marketing y prensa de Lauren Films, "pongo ahora mismo mi cargo a disposición de Lauren. No sabíamos que los fotógrafos habían abandonado el hotel, y no sabíamos que estaba ocurriendo todo esto aquí abajo. Les pido disculpas. Salma no tiene culpa de nada. Frida es una obra maestra. Sé que estoy en la calle".

Salma Hayeck, que realizó entrevistas con varias televisiones y con suplementos de fin de semana, ha invertido años y dinero en Frida. En una de sus últimas visitas a España, donde rodó la película de Antonio Cuadri La gran vida, defendió con uñas y dientes un papel por el que ha luchado sin descanso: "Madonna ya hizo Evita; no se puede tener todo", dijo entonces la actriz.

Su devoción por la pintora mexicana -marcada por su tortuosa historia de amor y amistad con el muralista Diego Rivera, con el que se casó dos veces, y por el terrible accidente de tráfico que destrozó su vida en 1925- le ha llevado a afirmar: "Yo tenía que ser Frida. Era una idea fija en mí desde que tenía 14 años. Quería llevar a la pantalla la historia de Frida Kahlo y de Diego Rivera, porque es una historia nuestra, de México y de los mexicanos, que presenta a mi país y a mis compatriotas como normalmente no se les ve en el cine y en una etapa de la historia en la que los artistas y pensadores más sofisticados del mundo se daban cita en México. Además, quería contar la historia de Frida porque era una mujer completamente libre, un verdadero individuo, sin miedo a nada".

Frida, rodada en inglés, cuenta con un reparto en el que están, entre otros, Alfred Molina (Diego Rivera), Antonio Banderas (David Alfaro Siqueiros), Ashley Judd (Tina Modotti), Geoffrey Rush (León Trotsky) y Edward Norton (Nelson Rockefeller).