La estética de la novedad
Como uno de los nuevos valores del arte es la impureza, los nuevos comisarios buscan entre ella con lupa. "Deben estar más amparados en la profesionalidad que en otra cosa", coinciden cuatro comisarios cuya pasión es apostar por artistas emergentes. Antonio Zaya, Myriam Solar, Agustín Pérez Rubio y Omar López-Chahoud responden el siguiente cuestionario:
1. ¿Existe una estética de la novedad en el arte?
2. ¿Cuál es la situación del arte español contemporáneo?
3. ¿Hacen falta viejos o nuevos gurús para orientar el arte?
4. ¿Cuál es el papel del comisario frente a los museos o galerías?
Antonio Zaya (crítico de arte presente en Futuribles).
1. Desde los cincuenta, la estética de lo nuevo se hizo tradición. Las tradiciones han sido superadas desde el darwinismo lingüístico, la producción sucesiva de la forma y las llamadas al mercado para suscitar la compra. El objetivo del arte como disciplina del conocimiento es incrementar el discurso y hacerse preguntas, más que dar respuestas. Aunque nos seguimos haciendo las mismas preguntas. Lo que ha cambiado es el envoltorio. No creo que haya ninguna novedad en el arte actual. Lo que sucede es que se está conceptualizando, radicalizando.
2. Aunque aquí tiene una presencia más o menos absoluta no ocurre lo mismo fuera del país. En parte por la manipulación política en todo orden, museos y todo tipo de historias. El arte español contemporáneo no cuenta porque los artistas están metidos en una dinámica que no es la adecuada para su profesión. Todos somos un poco responsables de esta atmósfera un poco cutre y hacia atrás.
3. No lo veo necesario. La gente piensa que el arte es el gusto y el gusto es otro asunto. Obviamente se necesita de una asesoría. Pero no hay que mezclar esto con el gusto.
4. Ya lo dije en 1997, la curaduría es un ejercicio de sanación de mí mismo, yo no curo al arte. El arte se supone que me debe curar a mí.
Myriam Solar (coordina el proyecto Complex Projects de Estados Unidos-Venezuela-Holanda-Japón).
1. Si éste crea, sí. Ilya Prigogine, Nobel de Química, llama "novedad" al fenómeno de verse sorprendido por algo que no concuerda con el modelo simple que tenemos en la mente, es decir, el descubrimiento de lo nuevo, lo perturbador y complejo. Trasladado al arte, la pregunta sería: ¿qué estéticas de la novedad alumbra el arte de hoy?
2. El arte español está a la caza de la novedad, pero le falta riesgo y conocimiento, por lo que está en colisión permanente con un pasado, una práctica y una forma de producción que no le sirve para crear espejismos en el espacio-tiempo. Hace falta una nueva forma de pensar para defender su evolución. En el exterior la situación es algo mejor.
3. Sí, pero el nuevo comisario debe aspirar a "estar en tránsito" para perpetuar la posibilidad de la creación. Su peso debe ser leve, fluido y virtual como el universo de cuyo contexto forma parte.
4. Conducir el pensamiento y servir de catalizador de procesos "work in progress" que contengan desafíos para un futuro en juego, es decir, prestar atención a las fuentes, al artista y a su objeto.
Agustín Pérez Rubio (trabaja con artistas de Hungría, Holanda y Reino Unido).
1. Lo nuevo, lo novedoso, es una de las categorías que se ha tenido en cuenta en el arte contemporáneo. Hablar de nuevas estéticas es hablar de nuevas estéticas sociales a todos los niveles; el arte no es una parcela ajena a lo que nos acontece, no es un ente autónomo. Se destaca todo lo que tenga que ver con la imagen rápida, en movimiento, con el ciberespacio, con referencias al cine y a la televisión, con la publicidad, con la interactividad, con el uso de la obra de arte; con una realidad más palpable.
2. Pasa por un buen momento. Lo único es que las estrategias de la industria cultural o el mercado del arte no siempre fueron las mismas. Hay una buena cantera de jóvenes que se están labrando una buena trayectoria profesional dentro y fuera del país. De todos modos, durante los últimos años el arte que se hacía en España ha interesado poco, y la situación internacional ha sido muy precaria o nula. A excepción de algunos artistas de los noventa como Barceló, Juan Muñoz y Susana Solano; o más recientes como Valldosera, Ana Laura Aláez, Antoni Abad, Santiago Sierra, Alicia Framis o Dora García.
3. Ya no estamos en los enloquecidos ochenta del "todo vale". Hace falta ver realmente qué obras y artistas representan mejor su pacto con el presente. Eso no significa que hagan falta los viejos gurús, porque muchos se quedaron anquilosados en otras estéticas. Ni tampoco hacen falta nuevos. Lo que se necesita son profesionales que saquen adelante proyectos interesantes en favor del arte actual.
4. Su papel es el de revitalizador de estos espacios institucionales o privados y el encargado de la puesta al día. Es un catalizador de los acontecimientos que pasan a su alrededor. Una figura primordial a la hora de llevar a cabo y hacer una apuesta crítica por la contemporaneidad.
Omar López-Chahoud (trabaja en Nueva York y presenta artistas de las galerías Debsand C. O. y Plus Ultra).
1. No creo que haya una estética específica, pero se ven nuevas tendencias, como el uso de diferentes medios, la mezcla de soportes y que hay menos especialización en un medio específico como la pintura. Todo se combina más. También se destaca un resurgimiento del arte figurativo.
2. Aunque no estoy muy familiarizado con el arte español se nota que tiene más tendencia a la pintura.
3. Son necesarios. Facilitan la muestra de artistas dentro de un contexto específico conceptualizando la obra dentro de una exhibición tratanto de entender la obra del artista y presentarla coherentemente.
4. Los comisarios de instituciones tienen menos libertad y espontaneidad y los independientes gozan de más flexibilidad.
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