Injusta descalificación

Como lectora asidua de su periódico y ante mi indignación, le escribo la presente con el fin de que su periódico cambie su actitud respecto al fallecido político holandés Pim Fortuyn.

Me sorprende enormemente que un periódico de la categoría del suyo trate con tan poca neutralidad informativa al político en cuestión. En todas las ocasiones en que EL PAÍS se ha referido al señor Pim Fortuyn, éste ha sido calificado injustamente de ultraderechista.

Pim Fortuyn, ex miembro del partido socialdemócrata holandés (Pvda), nunca hizo durante sus campañas electorales declaración alguna que pudiese justificar que él y su partido en aquel entonces fuesen ultraderechistas. Simplemente expresó de corazón lo que él y la gran mayoría del pueblo holandés andaba pensando, y diciendo en voz baja hacía años, pero que, o por demasiada prudencia o por miedo no se atrevió a decir en voz alta hasta que Pim Fortuyn apareció en la vida política holandesa.