Noguera de Roig reconoce que la Sindicatura no fiscaliza las empresas públicas de la Generalitat
El Síndic comparece en las Cortes para dar cuenta del informe del año 2002
El Síndic de Comptes, José Antonio Noguera de Roig, reconoció ayer que la Sindicatura no fiscaliza las cuentas de las empresas públicas de la Generalitat. Según explicó, "por economía procesal" la Sindicatura se limita a dar por buenas las auditorías internas que todas las empresas están obligadas a realizar y que efectúan auditoras privadas por delegación de la Intervención General de la Generalitat. Frente a la opinión de la oposición de que el informe refleja la mala situación financiera de la Generalitat, el Síndic dijo que la gestión del Consell "no es tan mala como dicen".
Noguera compareció ayer ante la comisión de Economía de las Cortes para dar cuenta, como cada año, del informe de fiscalización de las cuentas de la Generalitat, en este caso el correspondiente al ejercicio de 2001, que realiza la Sindicatura de Comptes. Pero el informe no lo presentó el Síndic mayor, quien el día antes había anunciado que, al estar en tratamiento por una dolencia oftalmológica, sería atendido por el Síndic adjunto Rafael Vicente Queralt. Éste fue el encargado de leerlo.
Tras la exposición, los portavoces de la oposición preguntaron por qué la Sindicatura, en el apartado correspondiente a las empresas públicas de la Generalitat -y en contra de lo que venía siendo habitual-, en el informe sobre las cuentas del año 2001 ha evitado mencionar que la contabilidad de esas empresas "refleja la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera" de cada una de ellas.
"Por economía procesal, lo que se hace es utilizar las inspecciones que realizan las entidades privadas al designarlas la Intervención General y aquello que nos parece bien, lo damos por hecho por nosotros", dijo el Síndic en la réplica, que sí hizo personalmente a pesar de las dificultades que le suponía su dolencia ocular. "Ahí [en las auditorías] consta la opinión sobre las empresas y, por tanto, nos hacemos solidarios con esa manifestación", añadió Noguera de Roig, quien aseguró a continuación que la Sindicatura "ha de procurar no complicar muchas cosas, porque entonces es perjudicial para el auditado". El Síndic había explicado que la decisión de actuar de esta manera se adoptó en una reunión del consejo de la Sindicatura que aprobó las normas técnicas para esas auditorías.
De hecho, en el informe correspondiente a las cuentas del año 2001 ha desaparecido por completo, en el apartado de las empresas públicas, todo el epígrafe que, con el título "adecuación de la información financiera a los principios contables de aplicación" figuraba en anteriores ediciones. La Sindicatura evita así mojarse en torno a la situación financiera de las empresas públicas, que para la oposición son un "pozo sin fondo" que han hecho crecer la deuda de la Generalitat a lo largo de los últimos años.
Respecto al contenido general del informe, que según la oposición refleja la mala situación financiera de la Generalitat, el Síndic dijo que la gestión del Consell "no es tan mala como dicen".
Opiniones encontradas
El ritual que preside cada año la sesión en la que el Síndic de Comptes presenta ante las Cortes el informe anual se repitió ayer con todos sus ingredientes habituales. Como recordó Noguera, la misión de la Sindicatura es analizar las cuentas pero sin interpretar si la realidad que refleja en su informe es buena o mala. De eso se encargan los grupos políticos. Y el ritual dice que la oposición considera que es mala, mientras el grupo que sostiene al Gobierno dice lo contrario, lo mismo que el consejero de Hacienda. Y la sesión de ayer no se salió de ese guión. Así, mientras para la oposición la Sindicatura constata la existencia de "irregularidades e ilegalidades", y desvela un "déficil real" de más de 700 millones de euros en gastos no contabilizados, además de describir una situacion "caótica", "crítica" y "peligrosa para los intereses públicos", para el PP, el informe "pone en desbandada" las críticas de la oposición a la gestión del Consell. Por su parte, el consejero de Hacienda, Vicente Rambla también cumplió al señalar que el informe supone "un auténtico apoyo" a la labor del Ejecutivo. Algo que vino a corroborar el Síndic, lo que le valió la crítica de la oposición, que le recordó que la Sindicatura de Comptes es un ente fiscalizador y que no se puede ser "fiscal y al mismo tiempo defensor".
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