Los diablos de Phil Spector
El célebre productor musical, acusado de asesinar a una actriz
Phil Spector (Nueva York, 1940) es uno de los personajes más oscuros e interesantes del pop. Su talento es legendario: puede tocar todos los instrumentos, ha ocupado todas las posiciones en el negocio de la música, trabajó con los más grandes, desde Elvis Presley hasta John Lennon, inventó el muro de sonido y era millonario a los 21 años. Pero hubo siempre un lado oscuro, una personalidad tiránica y egocéntrica con rasgos esquizofrénicos y casi psicóticos.
En 1977 aseguró que había logrado controlarse: "Tenía que acabar con lo de ser el rico millonario en la mansión que se disfraza de Batman. Admito que disfrutaba hasta cierto punto, pero aquello había llegado a ser muy poco saludable". El pasado domingo, en su primera entrevista en 25 años, reconoció a The Sunday Telegraph que los fantasmas seguían ahí: "No me he sentido bien últimamente. Estaba tullido por dentro. Hablar de locura resulta excesivo; digamos que no estaba lo bastante bien como para formar parte de la sociedad". "Hay diablos", añadió, "que luchan dentro de mí".
En los estudios de grabación podía ser muy violento. Llegó a amenazar con una pistola a John Lennon
Podía ser muy violento en los estudios de grabación y en distintas ocasiones había amenazado con un arma a músi-cos como John Lennon o los componentes de Los Ramones. "No soporto que hablen de mí", dijo al Telegraph. "Sé que nunca seré feliz".
El lunes por la noche, un juez de Los Ángeles le acusó de asesinato en primer grado y autorizó su puesta en libertad condicional, bajo fianza de un millón de dólares. Esa mañana, una actriz de segunda fila, Lana Clarkson, de 40 años, había aparecido muerta a tiros en el vestíbulo de la mansión de Spector. Según la policía, Phil Spector fue el autor de los disparos.
La oficina del sheriff del condado de Los Ángeles se limitó a indicar que el lunes, a las cinco de la mañana, había recibido una llamada "desde el interior de la casa" y que una patrulla de agentes había llegado al lugar "minutos después". Encontraron el cuerpo de una mujer sobre un charco de sangre, muy cerca de la puerta de entrada. "La mujer fue declarada muerta, y el sospechoso Phil Spector fue detenido", dijo la portavoz Faye Bugarin, que no quiso revelar quién avisó a la policía. Spector vivía solo en una mansión de 10 dormitorios llamada Castillo de los Pirineos, en el suburbio de Alhambra, al noreste de Los Ángeles. La casa es una fortaleza, llena de carteles contra posibles visitantes y de sistemas de seguridad. Su mejor amigo, el abogado Marvin Mitchelson, una de las pocas personas que podían acceder al Castillo de los Pirineos, explicó que Spector estaba mentalmente bien en los últimos tiempos, "muy racional, muy compuesto y muy divertido", y se negó a creer que pudiera ser un homicida. Marky Ramone, que fue batería de Los Ramones, aseguró que Spector era "incapaz de matar a una mosca".
Pero la acusación es firme. Y el productor ha contratado ya a uno de los abogados criminalistas más célebres y caros de Estados Unidos: Robert Shapiro, ex defensor de O. J. Simpson y de Michael Jackson.
Se desconoce, por el momento, qué ocurrió entre Spector, dos veces divorciado y padre de cinco hijos, y Lana Clarkson, una actriz poco conocida que se había especializado en papeles de guerrera mitológica. Sus trabajos más recientes eran películas muy de serie de B, como La reina de los bárbaros y La mujer amazona de la luna.
Spector se sentía solo. "Echo en falta a John Lennon, el hermano que nunca tuve", declaró al Telegraph. "Y echo en falta a mi padre". El padre de Harvey Philip Spector pasó poco tiempo con la familia. Se suicidó en 1949, abrumado por las deudas, cuando Phil tenía ocho años.
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