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Entrevista:MAITENA ETXEBARRIA | Catedrática de Lingüística

"Lo raro no es ser bilingüe, sino hablar una sola lengua"

La bilbaína Maitena Etxebarria, catedrática de Lingüística de la Universidad del País Vasco (UPV), acaba de publicar La diversidad de lenguas en España (Espasa). Sostiene la autora que "las situaciones de lenguas en contacto son infinitamente más habituales y numerosas que las de monolingüismo". A modo de ejemplo, Etxebarria describe con gran detalle el mapa lingüístico español, el de los Quince y el que surgirá con la ampliación de la UE.

En la UE actual 13 lenguas son oficiales y 36 son minoritarias. En torno a 20 millones de ciudadanos europeos hablan una lengua regional además de la oficial de su país, la mitad de ellos en España. De hecho, Portugal es el único país con una sola lengua de los Quince.

"Hay que desterrar el mito de que bilingüismo es igual a conflicto lingüístico"

Ésa no es, sin embargo, la percepción generalizada. "Siglos atrás nos han vendido que ser bilingüe es ser rarito, pero para raritos, los monolingües, entre los que incluyo a los estadounidenses", explica la catedrática. De hecho, la lengua materna del 14% de los españoles es diferente al español. A Etxebarria le preocupa sobremanera el desconocimiento que existe en España respecto a las otras lenguas y culturas. Cuenta que ése es uno de los motivos que le ha llevado a analizar de manera pormenorizada la situación del catalán tanto en Cataluña o en la Comunidad Valenciana como en las islas Baleares, del gallego, del euskera en el País Vasco y Navarra, del aranés en el valle de Arán y del asturiano o bable, además del castellano. A la pregunta de si le gustaría ver en las escuelas una asignatura sobre las lenguas y las culturas de España, responde: "No me parecería nada mal, nos reconciliaría, nos entenderíamos mejor y mostraría que hay convivencia [entre lenguas] y no conflicto".

Porque Etxebarria está empeñada en "desterrar el mito" de que la existencia de lenguas en contacto lleve necesariamente aparejado el conflicto. "El bilingüismo no es igual a conflicto lingüístico, aunque se puede dar".

Relata que, por ejemplo, que aunque en la India el inglés y el hindi son las lenguas oficiales, muchos de sus habitantes "manejan más de cinco lenguas sin despeinarse". La diversidad lingüística mundial es muy amplia: "Existen entre 5.000 y 6.000 lenguas, de las que 4.500 no tienen más de mil hablantes ni, por supuesto, escritura". A Etxebarria le subleva que exista más interés por clasificar a los escarabajos que por las lenguas. "Creo que a la humanidad le preocupa poco este asunto aunque sea un patrimonio universal". Afirma que "el único cometido de las lenguas, que no es poco, es permitirnos comunicarnos con otras personas, función que cumple igual una lengua con 150 hablantes que una con más de 300 millones".

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Por eso reivindica "el derecho del individuo a mantener su lengua, a hablarla y a no sentirse en ningún caso con menos prestigio que si manejara otra lengua más grande" y lamenta que los gobiernos poderosos no presten atención a este asunto. Alerta la catedrática de que "pese a los alaridos de los lingüistas, para cuando acabe el siglo XXI habrán desaparecido la mitad de las lenguas del mundo".

No cree que sea el caso del euskera en la comunidad autónoma vasca -el 28% de la población es bilingüe-, aunque advierte de que los índices de uso de la lengua vasca son bajos. "Si los lingüistas supiéramos con certeza que los chavales ahora escolarizados en euskera van a transmitirlo como lengua materna a sus hijos, estaríamos más seguros de que la lengua vasca no va para atrás".

Pero lo que realmente preocupa a Etxebarria es que no se ha logrado frenar la pérdida de euskaldunes en Navarra -"ahora mucho menos con la nueva legislación"- y en el País Vasco francés, donde se pierden cada año en torno a 11.000 vascohablantes. Sostiene la catedrática que "con la desaparición de la lengua, desaparece la comunidad" lo cual es, dice, "un asunto suficientemente grave".

Cree que "la política lingüística ha sido adecuada en la comunidad autónoma vasca aunque ha habido alguna equivocación pequeña". Por eso lo que hay que hacer ahora es, añade, "seguir insistiendo". Defiende, no obstante, la necesidad de hacer balance: "Ha llegado el momento de repensar qué se ha hecho en estos 20 o 22 años [en la política lingüística de la comunidad autónoma vasca], qué resultados hemos obtenido" porque ahora, añade, se sabe "más sobre los procesos de recuperación de lenguas en otras comunidades y países". Mientras, aboga por "medidas rápidas, serias y graves" en Navarra y el País Vasco francés. "Hay que hacer sentir que Euskal Herria es un país bilingüe y que quiere seguir siéndolo".

Explica que en España existe una política lingüística interna, que descansa sobre todo en los gobiernos autonómicos, más positiva para la conservación de las lenguas minoritarias que el caso de Francia, cuyo gobierno sigue sin reconocer el alsaciano, el bretón, el occitano o el euskera.

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