Mucho enredo y poco juego

El Racing encadenó en Valladolid su quinta derrota consecutiva, la segunda de la era Piterman y, como la primera en Pamplona, después de adelantarse en el marcador al poco de comenzar el partido. Pero el cántabro es un equipo tan desquiciado y tan falto de cualquier sistema que a la que le golpean, por flojo que sea, se va a la lona. Ayer, además, evidenció de forma esperpéntica las quiebras de su falta de un sistema válido para manejarse en el fútbol moderno porque fue un equipo larguísimo y partido en dos por el empeño de su presidente-entrenador-fotografo en jugar un fútbol ofensivo que resulta que termina por ser un todos para adelante como sea. Piterman modificó en parte su suicidio de Pamplona porque ordenó un doble pivote en el centro del campo, pero con el empate terminó jugando con cinco delanteros.

El partido fue espantoso, lo peor que se haya visto en Valladolid en muchos años, por lo que es el Racing y porque el Valladolid, aunque tiene un entrenador con título en el banquillo, ofreció poco más que su rival. Ambos equipos se enredaron en una pelea de imprecisiones, pérdidas de balón, tropezones y un largo etcétera de borrones que acabaron con cualquier atisbo de orden y coherencia. El Valladolid salvó el cuello agarrado a la dirección de Colsa, el único jugador que sostuvo en el campo a sus compañeros y que intentó repartir balones a ambos lados. Tras dos pases suyos, Chema y Sales dieron la vuelta al marcador en los dos únicos momentos en los que la anarquía dejó sitio al fútbol.

El Racing marcó tan pronto, tan de sorpresa, que no supo qué hacer con su ventaja y terminó por perderla porque el que estaba en el campo no es un equipo destinado a contenerse. Al contrario, se empeñó en agrandar su ventaja y el intento se le desvió a la que conectaron Colsa y Chema. Con el empate, Piterman o Cos, ordenaron un ataque sin cuartel y el resultado fue que en un contragolpe le cayó el segundo gol y entonces ya no quedaba otra que lanzarse a un ataque tan desesperado y deslabazado como había sido el resto del partido.