_
_
_
_
_
MERCADOS

Las pérdidas se asientan

La amenaza de conflicto bélico deteriora las bolsas cada día

El primer ciclo mensual ha tenido dos caras bien diferenciadas, con un tramo alcista que no tardó en verse truncado en el último tercio por la incertidumbre de una guerra cada vez más cercana. El saldo final devuelve los índices a unos números rojos donde la Bolsa lleva instalada demasiado tiempo.

El mes de enero que termina ha dejado un mal sabor de boca final a los inversores, aunque ello no debe hacer olvidar que durante una buena parte, las tres primeras semanas, la renta variable española ha disfrutado de una de las mejores rachas de los últimos años. Así, a mediados de mes el Ibex 35 acumulaba una ganancia del 10%, mientras el resto de plazas europeas sufrían caídas generalizadas. La mejora en la situación de Latinoamérica era el detonante de las diferencias, aunque finalmente la incertidumbre que viene generando el inminente estallido del conflicto bélico ha llevado al mercado a una situación de ventas.

La semana tuvo un inicio muy preocupante para los inversores, al cotizar de una manera clara el ambiente prebélico, lo que se tradujo en fuertes caídas en todos los mercados europeos. El Ibex perdió casi un 4% y entró en minusvalías anuales, como ya se encontraban el resto de las principales plazas mundiales con la excepción de Tokio. Con este panorama, los expertos en geopolítica han ganado protagonismo frente a los tradicionales analistas empresariales, aunque los resultados económicos del año 2002 de las principales compañías siguen siendo objeto de seguimiento importante.

Aunque en la jornada del martes hubo intentos de recomponer parte de las pérdidas del lunes, el rebote técnico no se produjo y la renta variable volvió a acumular nuevas pérdidas, no sin antes demostrar una elevada volatilidad. El Ibex perdió en la citada sesión la barrera de los 6.000 puntos, regresando a los niveles de hace tres meses. En sólo dos días el principal indicador español perdía las ganancias anuales, lo que da una idea del desánimo por el que pasan los mercados cuando el temor a la guerra domina por encima de cualquier otro factor.

El jueves, la Bolsa española cerró por primera vez en positivo tras cuatro jornadas consecutivas de recortes, aunque el cambio de signo no supuso el más mínimo resquicio de esperanza para que el panorama de incertidumbre deje de cotizar. La última jornada volvió a la senda bajista ya habitual y los índices consolidan las pérdidas anuales, aunque todavía los españoles mantienen un diferencial con los restantes europeos. Las sustanciosas caídas de Telefónica y los dos grandes bancos han resultado definitivas para el cierre negativo de la sesión y del primer mes de 2003.

La llegada de febrero parece que sólo espera la confirmación del inicio de la guerra y, para ello, el día 6 será una de las fechas clave al marcarse Estados Unidos ese día como límite para aportar pruebas de que Irak no ha cumplido las exigencias de desarme.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_