Valencia CF, sí, vísperas sicilianas, no

Como socio del Valencia CF, o SAD, observo con asombro y preocupación la ya precampaña oficial a la presidencia de nuestro club por parte de la candidatura oficialista. Todos hemos conocido los nervios recientes del señor Cortés con sus escarceos de alianza, ahora con el señor Roig, ahora con su sucesor señor Ortí, siempre movido por su ambición o locura de amor de volver a ser lo que sus engaños le obligaron a dejar, el ser presidente de nuestro Club.

Realmente y tras oír la elegante y asombrosamente moderada rueda de prensa de Paco Roig y la, visceral y fuera de lugar, respuesta de Pedro Cortés, se puede creer que o bien a éste último le han pasado un texto falsificado de las palabras de aquél o en un ataque de megalomanía rayando en lo cinematográfico confunde lo que debiera ser elegancia, clase y señorío en lo que quizás el crea cómo podrían haber sido las elecciones del Chicago CF en los años 30.

Ahora estamos recogiendo la cosecha del vergonzoso amiguismo del señor Tuzón al entregar a un grupo de "amiguetes" el control de por vida de nuestro club. Añoramos la categoría personal de prohombres como Casanova, Iborra, De Miguel, Ros Casares e incluso Ramos Costa, personas que ya tenían categoría antes de ser presidentes del club, pero, ¿creen ustedes que alguno de los actuales miembros del consejo del Valencia CF la tienen o la han tenido?

El señor Roig, en su presentación, empezó haciendo autocrítica y pidiendo perdón por sus errores personales en su primer mandato; falta de delegación, exceso de personalismo, falta en fin de un equipo directivo del que todavía no sabemos si no actuaba por que no los dejaran o porque en vez de trabajar codo con codo con su presidente se limitaban a lucir sus figuras en el VIP de Mestalla cada domingo para adquirir, por presencia, la categoría personal que necesitaban comprar.

Hoy por hoy nos encontramos con dos candidaturas, la Cortés-Ortí, con un maquiavélico y nada transparente Llorente moviendo los cables de las marionetas a las que, sin que sepamos por qué "oscuro contrato", mueve a su antojo, permite que salgan en la foto y cuando quiere les desautoriza o hace desaparecer momentáneamente como un mago Copperfield.

Por otro lado tenemos al nuevo Paco Roig, gratamente moderado, con ideas de rodearse de un gran equipo técnico, y que tiene, como nos ha dicho, la ilusión de aprender lo mejor del Manchester United, del Bayern y lo positivo y no fantasmal del Real Madrid.

Ya sé que muchos socios, tal como vimos en la asamblea de agosto, daban la enhorabuena por el título de Liga, pero les recuerdo mi pregunta: "¿Hemos sido campeones por ellos o a pesar de ellos?".

Cortés, aprenda formas de discutir, en la versión inglesa de to discuss, y envaine sus sanguinarias interpretaciones de dicho verbo. Estamos en Valencia y no en Sicilia y aquí adoramos el seny y el savoir faire y odiamos mafias y camorras. Créame, su tiempo ya pasó.