El muro del Bazar España no fue revisado durante los siete meses previos al derrumbe
A duras penas, tras más de una hora de suspensión por los problemas que dio ayer de nuevo el sistema de grabación en DVD del juicio por el caso Bazar España, Dionisio García, el segundo arquitecto técnico de Inmobiliaria Osuna en la demolición del solar, consiguió completar su declaración al borde de las tres de la tarde. García es el tercer imputado en declarar por su responsabilidad en el derrumbe de un muro del edificio, que quedó en pie tras la demolición del solar y que en su caída sepultó y mató a cinco personas el 31 de diciembre de 1998.
El aparejador sembró la duda en su declaración sobre su papel en la demolición del antiguo edificio comercial. García se limitó a afirmar que su labor era la de dirigir la ejecución material del proyecto de derribo de Recuenco, pero que él, pese a su capacitación profesional como arquitecto técnico, se mostraba incapaz de opinar o conocer sobre materias como las posibles patologías del muro, los cálculos de su resistencia al viento, la gestión administrativa de las licencias de Urbanismo, la normativa urbanística o la propia redacción del proyecto.
Al menos, García reconoció que, tras visitar a diario el solar del Bazar durante los cuatro meses que duró la demolición, ni él ni su compañero Camarero volvieron por el lugar en los siete meses (de mayo a diciembre de 1998) que transcurrieron entre el final de las tareas de derribo, del que quedó excluido el muro de cerramiento, y el posterior momento de derrumbe del mismo.
García explicó que una vez finalizada la obra de demolición interior, la conservación del muro que quedó en pie correspondía a la propiedad, en este caso Inmobiliaria Osuna, pero que no sabe quién vigiló el estado del muro durante esos siete meses, ya que él no volvió a la obra hasta el 5 de enero de 1999, después del trágico suceso que le costó la vida a cinco personas.
La sesión se desarrolló, una vez más, de forma accidentada. Arrancó con una hora de retraso sobre el horario previsto y con un extenso agradecimiento del juez del caso, Rafael Tirado, a la Delegación Provincial de la Consejería de Justicia por su celeridad para poner a disposición del Juzgado un sistema de grabación de vídeo en DVD. El moderno dispositivo debe evitar los problemas surgidos en sesiones anteriores con el estenotipista contratado en Madrid expresamente para el juicio. Ayer, sin embargo, deficiencias técnicas en ese mismo sistema provocaron un nuevo parón en la sesión de casi hora y media.
Tirado suspendió la sesión prevista para ayer por la tarde y retrasó la siguiente vista hasta el próximo lunes 10 de febrero. La próxima semana no se podrá celebrar ninguna sesión ya que el salón de plenos de la Audiencia está reservado para la celebración de un juicio con jurado y no hay en el edificio otro lugar que pueda albergar a tanta gente.
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