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250 pisos construidos sobre los talleres del metro

Un bloque de 250 viviendas se alza sobre las cocheras del metro

Blanca Cia

El Portaaviones. Este es el nombre con el que ha sido bautizado un inmenso bloque de 250 viviendas del Turó de la Peira construido con elementos industrializados. Se ha levantado para sustituir otros tantos pisos afectados por aluminosis en este barrio de Nou Barris que lleva más de 12 años en proceso de una reforma tras el derrumbe de un bloque de viviendas en el número 33 de la calle de Cadí.

No es un edificio al uso: no tiene cimientos y se ha levantado sobre la cochera de los talleres del metro de Vilapicina. Con planchas de aluminio de color gris en los balcones, en los techos, en las cubiertas. Es el elemento que predomina, junto con el cristal de las ventanas, en la fachada de un edificio que se alza en el paseo de la Peira. Tiene 140 metros de largo, casi una manzana y media del Eixample. De ahí lo de El Portaviones. Son viviendas levantadas por el Instituto Catalán del Suelo (Incasol) cuyo sorteo está previsto para el próximo mes.En realidad son nueve escaleras con un total de 250 viviendas que servirán para sustituir a cuatro bloques de pisos de las calles de Montmajor, Montsant y Aneto.

El edificio no tiene una base de cimentación normal y tampoco lo que se entiende como paredes maestras. Se alza sobre las instalaciones de los talleres de metro de Vilapiscina. Es decir, por debajo de las viviendas hay túneles con vagones de metro y las vías de acceso a la línea 5. "Pero es un edificio absolutamente seguro", afirma el arquitecto Pere Mora, quien lo ha diseñado con la colaboración de ingenieros y expertos en el cálculo de las cargas. Mora reconoce que los futuros propietarios de los pisos también miraban con cierto recelo cómo se construía el inmueble ante la ausencia casi total de los elementos habituales de la construcción: hormigón y ladrillos. Las cautelas son más comprensibles si se tiene en cuenta que muchos de ellos han tenido que vivir durante los últimos años en pisos con graves problemas estructurales derivados de la aluminosis.

El edificio es como un gran mecano. Descansa sobre pilares intercalados entre los propios pilares de los talleres del metro y descienden hasta 14 metros de profundidad. Por encima de esa trama de pivotes se colocaron unas enormes vigas de hierro de 1,50 de alto por 25 metros de largo, y a partir de ahí se armó toda la estructura del edificio a base de más vigas de hierro y aluminio: 2.000 toneladas de hierro y 300.000 metros cuadrados de paredes prefabricadas para las divisiones de pisos y habitaciones.

"Se trata de un edificio completamente industrializado con elementos prefabricados que ha tenido un tratamiento ignífugo especial", explica Mora, convencido de que la arquitectura de viviendas tendrá que utilizar cada vez más los elementos industriales.

En el caso del bloque de viviendas del Turó de la Peira no era cuestión de preferencias, sino la única forma de construir pisos sobre una base que no admitía las cargas que representan las toneladas de hormigón. No hay paredes maestras. Son tabiques prefabricados, completamente desmontables. "Los pisos se entregarán así -la mayoría de ellos son pisos estándar de tres piezas, comedor, baño y cocina-, pero cada uno podrá hacer la combinación que más les guste", comenta. Mora dice que la insonoridad y el aislamiento de las viviendas están asegurados: los plafones que separan los pisos están aislados por una plancha de hierro y también se han colocado otros materiales para aislar del calor y el frío. De estas viviendas, 125 están orientadas al norte, con frente a la calle de Cadí, y los otros 125 al sur.

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"Al construir un bloque de estas dimensiones y con elementos prefabricados se han producido situaciones curiosas. Por ejemplo, agotamos las existencias de este tipo de tabiques y no encontrábamos suficientes operarios para trabajar simultáneamente en una promoción de viviendas que escapa de las dimensiones habituales", recuerda el arquitecto.

Lo más complejo de la construcción fue asentar y perforar los pilares sobre los que descansa el inmenso mecano. Esas dificultades comportaron que se incrementara el coste de la promoción de viviendas públicas, que finalmente ascendió a 13 millones de euros. "Pero el resultado demuestra que se pueden hacer viviendas distintas", subraya. En el resto del solar en el que se levantan los pisos se construirá una plaza ajardinada que también descansa sobre los talleres del metro.

De nuevo, esa circunstancia obliga a que no sea un jardín habitual por el problema que representaría el peso de toneladas de tierra. Lo único que no tendrán los propietarios de los flamantes pisos nuevos es aparcamiento porque debajo está el metro.

Fachada del nuevo edificio de viviendas construido en el Turó de la Peira.
Fachada del nuevo edificio de viviendas construido en el Turó de la Peira.JOAN SÁNCHEZ

La penúltima promoción

Fue en noviembre de 1990, murió una persona y otras tres resultaron heridas. Se trató de un derrumbe que descubrió que cerca de 2.000 viviendas del Turó de la Peira estaban afectadas por una grave patología estructural: la aluminosis. Del conjunto de pisos afectados en el Turó de la Peira, aproximadamente la mitad se han sometido -o lo están haciendo- a proceso de rehabilitación. El otro millar no tenía posibilidad alguna de arreglo y tenían que sustituirse. Ese proceso ha sido largo. De hecho, el bloque -el Portaaviones-, que se entregará a partir de febrero próximo tras el sorteo de los afectados, será el penúltimo ya que todavía falta construir una última promoción de unos 150 pisos, según precisaban ayer fuentes del distrito. Todas las operaciones están relacionadas entre sí y, de hecho, la construcción de las promociones ha estado condicionada al vaciado y derribo de otros bloques. Son, en su totalidad, viviendas de proteccíón y en la gran mayoría en régimen de propiedad.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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