La reinserción de un peso pesado
La NBA readmite a Stanley Roberts, ex jugador del Real Madrid, tras ser expulsado por un problema de drogas
Ni el genial Drazen Petrovic había sido capaz de acabar con el dominio del Barça en la ACB. Durante cuatro años consecutivos, el equipo catalán había colocado en sus vitrinas la copa de campeón de liga. El Real Madrid, sumido en una crisis desde el fallecimiento de Fernando Martín, buscaba revulsivos. Lo primero era encontrar un antídoto para Audie Norris, el pívot azulgrana que marcó la competición con su sello personal. Durísimo defensor e intimidador, y, a la vez, determinante en ataque. Fue la época en que los rivales buscaban su particular anti-Norris. En el verano de 1990, el conjunto blanco apostó por Stanley Roberts, un joven de 20 años con cuerpo de gigante, 140 kilos y 215 centímetros. Su paso por Madrid dejó constancia de su voraz apetito y su predilección por las hamburguesas más que de su buen juego. Después de varios años en la NBA, en 1999 fue suspendido por dar positivo en un control de drogas. Hace unos días, Roberts fue absuelto por la Liga y ha decidido, a sus 32 años, buscar equipo y reconducir su carrera.
Fue un Shaquille O'Neal antes de que apareciera Shaquille O'Neal. Ambos coincidieron en la Universidad de Louisiana State durante una temporada. "Stanley era más fuerte, más completo, mejor jugador", asegura Dale Brown, entrenador de los dos pesos pesados. "Si el equipo necesitaba una canasta al final de partido, el balón iba a mí. Shaq se encargaba de ir por el rebote", comenta Roberts. Una fuerza de la naturaleza a la que se le daba mejor el baloncesto que los estudios. Sus problemas académicos hicieron que abandonara la universidad y recalara en el Real Madrid. Stanley Roberts puso a prueba los tableros de todas las canchas de la ACB. 140 kilos colgados del aro, esa es la imagen más impactante que dejó en España. El Real Madrid tuvo otro año aciago. Fue eliminado en cuartos de final de la liga por el Taugrés, cayó ante el Barça en semifinales de Copa y fue subcampeón de la Korac tras perder la final ante el Clear Cantú. Wayne Brabender fue destituido a mitad de temporada y su sucesor Ignacio Pinedo sufrió un infarto en pleno partido ante los italianos En la ACB, Arvydas Sabonis, por entonces jugador del Forum, y Audie Norris dejaron en evidencia a la estrella madridista.
Visto y no visto. Stanley Roberts volvió a su país, fue elegido en el draft por el Orlando Magic e inició su carrera en la NBA. Un talento desperdiciado, esa es la impresión que se tiene de él en Estados Unidos. "Hubiera sido un gran jugador si hubiera aprendido dos palabras: estoy saciado", ironizó en una ocasión Charles Barkey, que coincidió con Roberts en el Houston Rockets. Sus problemas de peso eran constantes y los intentos de ponerle a dieta no dieron nunca resultado. "Le insistimos en que probara una dieta líquida. Fue cuando se secó el lago Superior", bromeó otro ex compañero, Pat Williams. Tampoco tuvo suerte con las lesiones y en dos ocasiones se rompió el talón de Aquiles. Aún así, en las pocas ocasiones en las que su condición física era adecuada, su rendimiento fue aceptable.
En 1999 llegó la sanción por consumo de anfetaminas. La NBA le castigó con la pena más dura y le expulsó por dos años. Intentó regresar a Europa, pero la FIBA no le concedió la licencia y extendió la sanción a su jurisdicción. Roberts perdió un contrato por valor de casi un millón de dólares en Turquía. "Fue mi peor momento, me sentí como si me hubieran cortado las piernas", reconoció el jugador. Llegó a ser detenido después de que la policía de Houston registrara su coche y encontrara marihuana en la guantera.
"Sé que cometí errores. Mucha gente los comete", reconoció el baloncestista hace unos meses. Ahora trabaja en una compañía energética en Houston y realiza trabajos para la comunidad como parte de su reinserción. Ha perdido peso, se ha recuperado de sus problemas físicos y ha superado con éxito cinco análisis para detectar posibles recaídas en el consumo de drogas. "No es por ser pedante, pero ahora mismo podría hacer un mate delante de muchos pívots de la NBA. Soy veterano, pero también lo son Divac y Sabonis. Creo que hay sitio para mí".
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