Aimar abre la muralla
El media punta del Valencia desarbola con su juego entre líneas a un Sevilla muy conservador
Aimar se fue hasta de cinco. El media punta argentino retó a una nube de sevillistas, que lo rodearon, y los burló a todos, encontrando una salida ante tantos bultos rojos. Esa fue la imagen de un partido propicio para golear, en el que el Valencia hubo que contener el aliento hasta el final por su tendencia a despilfarrar ocasiones. Las tuvo de los más variados colores, pero sólo Aimar convirtió una en su sexto gol en la Liga. El conjunto de Benítez se pareció al de principio de curso y dictó una superioridad aplastante sobre su rival, propulsado por la línea recta de Ayala, Albelda, Baraja y Aimar, de atrás hacia adelante, sin olvidar el excelente compás por la izquierda de Fabio Aurelio. El Sevilla fue fiel a la fama conservadora que lo precedía y a duras apenas pasó del medio del campo, ni siquiera cuando actuó por detrás en el marcador, que fue casi durante una hora.
VALENCIA 1 - SEVILLA 0
Valencia: Palop; Garrido, Pellegrino, Ayala, Fabio Aurelio; Rufete (Réveillère, m. 85), Albelda, Baraja, Vicente (Carboni, m. 67); Aimar; y Carew (Mista, m. 71). Sevilla: Notario; Redondo, Javi Navarro, Alfaro, David; Njegus (Salas, m. 46), M. Vales, Samways, Torrado (Gallardo, m. 55), Arteaga; y Toedtli (Antoñito, m. 76). Gol: 1-0. M. 35. Baraja envía un pase al interior del área a Aimar, que baja el balón con el pecho y dispara cruzado a la media vuelta. Árbitro: Téllez Sánchez. Amonestó a Ayala, Samways, Albelda y David. Unos 50.000 espectadores en Mestalla.
Un equipo tan defensivo como el Sevilla no supo cómo ponerle zanjas a Aimar, que bailó liviano entre líneas y, desde allí, derribó una y otra vez la muralla sevillista. Repartió juego a diestro y siniestro y, si el Valencia no se marchó al descanso con un saco de goles fue porque Carew acusó la gripe que padeció esta semana y careció de su potencia acostumbrada.
Baraja y Aimar volvieron a reencontrarse como hace una semana en el Camp Nou. El vallisoletano halló una grieta en el área de Caparrós y pasó el balón al argentino, que templó con el pecho, acomodó el cuero para su pierna derecha y, a la media vuelta, disparó cruzado a gol. Tan a gusto se encuentra Aimar que está superando con creces uno de sus puntos débiles: la falta de gol. Claro que juega con la tranquilidad y el equilibrio que le ofrecen sus compañeros de retaguardia. Ayer, sobre todo, Ayala y Fabio Aurelio, muy cerca de la perfección. El primero en el corte, preciso y contundente, y el segundo en un inicio prodigioso de las jugadas.
El Sevilla sólo apuntó con el rápido David por su flanco izquierdo, si bien había iniciado el encuentro con un cabezazo a bocajarro de Toedli al que Palop, que se despidió ayer de la titularidad hasta más ver, respondió como un despeje espectacular.
El Valencia continuó acumulando oportunidades tras el descanso y el Sevilla no parecía darse por aludido en el marcador: siguió defendiéndose con mucha gente, sin arriesgar absolutamente nada hasta que entró el habilidoso Gallardo y le dio un poco de picante al ataque sevillista. Mestalla se puso de uñas con el árbitro tras un agarrón a Vicente en el área que el árbitro no vio, mientras el Valencia convirtió su flanco izquierdo en un río caudaloso. Así hasta que el cuadro de Benítez pareció cansado de atacar y el Sevilla no se cansaba de defender. Fue una fase de cierta indolencia rescatada por Benítez cuando el técnico madrileño sacudió el encuentro dando entrada a Réveillère, el fichaje que viene a ocupar la desabastecida banda derecha. El lateral francés se estrenó de interior y, en apenas unos minutos, metió un par de buenos centros y se las prometió muy felices para futuras tardes en Mestalla.
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