Denuncias a Medio Ambiente

Con relación a la desgracia de la muerte de un niño ocurrida en la plataforma Pedalquivir, sale ahora a la luz pública que sobre la misma pesaba una orden de cierre por parte de la Delegación de Medio Ambiente, que nunca se ejecutó. Éste no es un hecho aislado en la actuación de dicha delegación, sino su proceder habitual.

Como ciudadano afectado desgraciadamente por problemas de ruido en nuestra ciudad, y que ha realizado numerosas denuncias y seguido su proceso, conozco muy bien y poseo las evidencias de dicho comportamiento administrativo. En mi caso, y junto con otros vecinos, después de muchísimo esfuerzo y tiempo, conseguimos dos órdenes de clausura para el tablao rociero El Simpecao en distintos momentos, que jamás se ejecutaron -o que se ejecutan un día y al siguiente son incumplidas por los propietarios del negocio-, sin que se compruebe o penalice el no acatamiento del cierre, a pesar de las reiteradas denuncias de los vecinos.

Igualmente otra orden de retirada de unos aparatos de aire acondicionado, situados justo encima de la entrada de este local, colocados sin permiso del Ayuntamiento, de forma ilegal y entrañando riesgo, nunca fue ejecutada.

Otra resolución obligando a la banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Sol a desplazarse a otra ubicación por los problemas graves de ruidos ocasionados a diario a un buen montón de vecinos del entorno del puente de Chapina, tampoco fue ejecutada nunca, a pesar de ser reclamado constantemente por los ciudadanos afectados.

Y así podría seguir detallando lo que es una actitud tan consciente y pertinaz como deleznable, por parte de los responsables municipales de Medio Ambiente. Ahora, al producirse desgracias, como la de la citada plataforma, es claro y manifiesto hacia quién apuntan las responsabilidades, pues si estos bien pagados funcionarios cumplieran con sus obligaciones con el mínimo rigor, dicho accidente se hubiera evitado.

Y lo peor es que en cualquier momento puede volver a ocurrir.