Mala imagen
El miércoles pasado visitamos Morella y su castillo. Coincidimos con un grupo de turistas belgas en la entrada. La guía sacó las entradas para el grupo, pero al ser de 15 tuvo que acogerse a la tarifa de 18, sobrando tres. Al mismo tiempo, mi amiga consultaba a la persona que se encontraba al cargo, si había algún tipo de descuento para su hija adoptiva, que es extranjera y se encuentra en régimen de acogimiento temporal, a lo que él lanzó un "no" rotundo. La guía belga tuvo el amable gesto de darnos sus entradas sobrantes para los niños, pero tras ese gesto el señor de la taquilla se dirigió a la turista diciéndole que no vendiera entradas delante de él. ¡Sentí vergüenza! ¡Un gesto con un niño junto con una buena imagen a nuestro turismo vale mucho más que tres euros! Francamente, pensaba que esto ya no pasaba en España.
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