La huelga de ambulancias de Navarra cumple tres semanas sin visos de acuerdo

Los trabajadores de ambulancias de Navarra han cubierto su tercera semana de huelga con el conflicto totalmente enquistado y sin los menores visos de solución. Cientos de pacientes y enfermos siguen padeciendo a diario la ausencia de ambulancias para acudir a consultas hospitalarias programadas o trasladarse a su domicilio tras recibir el alta médica.

Los 232 huelguistas, que sólo atienden las urgencias, siguen reclamando lo mismo que el primer día: una sustanciosa mejora salarial (37% de incremento) sobre los 691 euros mensuales de media que perciben actualmente. El motivo principal de sus bajos sueldos, según coinciden las empresas y los trabajadores, es el escaso margen de ganancias que deja el sistema de conciertos aplicado por el Departamento de Salud del Gobierno foral, que destina a este servicio un total de 5,1 millones de euros anuales y que la oposición parlamentaria ha tildado de "privatización" encubierta.En las últimas reuniones, los sindicatos han propuesto a las empresas una renuncia colectiva a los conciertos como fórmula idónea para desbloquear la huelga. La renuncia causaría la convocatoria de nuevos conciertos y una mejora de las condiciones salariales respetando el convenio sectorial que se pactase. Las empresas aparecen divididas ante esa vía. Algunas, como Ambulancias Iruña o La Nora, finalizan este mismo año sus contratos y no tendrían inconveniente, pero otras, como Ambulancias Azul, son reacias porque tienen firmado un contrato hasta 2008.

Mientras, el aspecto humano del conflicto se agrava. Víctor Calleja, director gerente del Servicio Navarro de Salud (SNS), precisó ayer que más de 300 enfermos crónicos de toda Navarra con consultas programadas deben acudir regularmente a los hospitales pagando los gastos de taxis o vehículos particulares de sus bolsillos. Salud les reembolsa el dinero, e incluso se lo adelanta, pero hasta ahora sólo se ha reclamado el 25% del gasto adicional que Osasunbidea deberá afrontar. Otros cientos de enfermos de rehabilitación y terapias diversas sufren igual problema.

Los dos principales hospitales públicos de la región, el Hospital de Navarra y el Virgen del Camino, siguen al borde de la ocupación total de camas (más del 90%) y han tenido que ralentizar los calendarios programados de intervenciones quirúrgicas. Hay una media diaria de seis pacientes dados de alta que requieren ambulancias para volver a sus casas. Aunque la protección policial permite el trabajo de las ambulancias para pacientes de mutuas y aseguradoras privadas y los vehículos conducidos por los propios dueños de las empresas, se está produciendo un retraso de al menos un día en la salida de los enfermos del hospital. Cada día de estancia hospitalaria cuesta a la sanidad pública 222 euros.

Según el consejero de Salud, Santiago Cervera, se han producido incluso perjuicios irreparables, como el de un enfermo oncológico terminal que falleció en un hospital de Estella por la falta de ambulancias sin ver cumplido su deseo de vivir sus últimos días en su domicilio con su familia.

Los huelguistas se manifestaron ayer en Pamplona hasta la sede del Parlamento foral.

Huelga de enfermería

El hospital bilbaíno de Basurto acogió ayer un nuevo paro convocado por el sindicato de enfermería Satse en demanda de una retribución más justa para este colectivo, informa Naiara Galarraga. La dirección del centro y el Satse ofrecieron cifras dispares de seguimiento. Mientras para el sindicato el 70% de las enfermeras lo secundó, para la dirección fue sólo el 16,5%. El Satse contabiliza como huelguistas a las enfermeras que querían sumarse al paro, pero tuvieron que acatar los servicios mínimos.

Entre el lunes y el 19 de febrero están convocados otros cinco paros en tres hospitales. Desde el pasado día 9, cuando representantes de Osakidetza y el Satse se reunieron para buscar soluciones, no ha habido más contactos entre ambas partes].