El saludo obligado al señor alcalde

En Valdepeñas, un pueblo de la Sierra Sur de Jaén de algo más de 4.000 habitantes, los chicos deben tener cuidado con el lugar elegido para jugar al fútbol o pasear en bicicleta. El alcalde, José María Rodríguez, del PA, se lo acaba de ordenar de forma taxativa a su Policía Local: "No permitir el juego de pelota o montar en bicicleta a niños mayores en plazas, jardines y lugares de recreo, con perjuicio para los pequeños y mayores". Es una de las órdenes incluidas en el peculiar decálogo que el alcalde ha hecho llegar a sus agentes coincidiendo con la denuncia de Comisiones Obreras, que ha acusado a Rodríguez de "despreciar" a los empleados municipales y ejercer su cargo "con el ordeno y mando, al más puro estilo Gil en Marbella".

La prohibición de juegos a los niños en los parques públicos no es más que una anécdota dentro de un singular elenco de órdenes dirigidas a acabar con lo que el alcalde llama "estado de sublevación e indisciplina" de la Policía Local. "Cuando el señor alcalde pase andando por las inmediaciones del policía de servicio, éste le hará el saludo reglamentario y le la dará la novedad. Si pasa en coche sólo se le ha de saludar", se dice en la orden número ocho remitida a los agentes el pasado lunes. En otras, se les advierte de que habrán de atenerse a los horarios estipulados, sin cobijarse en bares o casas particulares; se les prohíbe participar en corros o tertulias para no "desatender el servicio" y se les informa de que se considerará una falta el hecho de que el policía "se haga el despistado, mirando para otro sitio, para no saludar y dar la novedad al señor alcalde".

Sin embargo, la circular parece haber tenido escaso éxito, pues el alcalde decidió ayer abrir expediente disciplinario a un agente por entender que no le había saludado. Es el segundo expediente a ese agente (afiliado a CC OO) en menos de un mes. El otro fue por negarse a participar en las tareas de recogida de los juguetes de la cabalgata de los Reyes Magos. En aquella ocasión el agente tuvo una trifulca con la concejal de Asuntos Sociales, Ana Martos, del PP, partido que gobierna en coalición con el PA este Ayuntamiento. Según el alcalde, ella le dijo al agente que "era un vago", y el policía le contestó que era "una guarra".

CC OO cree que el detonante de esta tensión es la negativa del alcalde a aprobar un convenio colectivo para los más de 20 empleados públicos. José Heredia, miembro del sindicato, asegura que el alcalde amenazó con expedientar a todos los asistentes a una asamblea convocada por Comisiones en el Ayuntamiento. José María Rodríguez dice que sólo les transmitió su "enfado" por haber contravenido su orden de celebrarla a las 13.30 horas, y no a las 11, como se hizo. Además, el alcalde (que lleva en el cargo dos años, después de que los dos primeros de la legislatura gobernara el PP) considera que el conflicto sólo existe con la Policía Local, cuyos agentes actúan como "reinos de Taifas" desde hace años. La consecuencia de ese desencuentro con la policía ha sido que el alcalde les obliga a trabajar 35 horas semanales y no las 30 del resto de empleados, un privilegio que el alcalde les concedió "a cambio de aumentar su rendimiento".