Peritos médicos aseguran que a veces hay que palpar pechos en una lesión cervical

Cuatro peritos médicos aportados por la defensa de Aurelio Hernández, el médico forense granadino acusado de abusos sexuales por cinco mujeres, admitieron ayer que a veces es necesario palpar los pechos o la ingle de un paciente para determinar el alcance de una lesión cervical. Los médicos privados que antendieron con anterioridad a esas mujeres, sin embargo, señalaron que ellos, en ningún momento, les palparon los pechos o los genitales porque esas zonas no les dolían.

Durante la tercera sesión del juicio contra Aurelio Hernández, para quien el fiscal pide ocho años de prisión y 60.000 euros de indemnización, los peritos médicos señalaron que determinadas dolencias cervicales, dorsales o lumbares pueden implicar que deban palparse zonas como los pechos o las ingles de un paciente.Los médicos privados que atendieron a las cinco mujeres después de que éstas sufrieran sus respectivos accidentes de tráfico afirmaron, por su parte, que en ningún momento tuvieron que tocar pechos o la zona genital de sus pacientes, ya que donde ellas sufrían dolor era en el cuello y en las cervicales

El médico forense Aurelio Hernández fue denunciado a lo largo del mes de diciembre del año 2001 por cinco mujeres distintas, sin ninguna relación entre sí, que aseguraron que, durante los exámenes médicos que les realizó para posteriores reclamaciones legales por accidentes, en lugar de tocar en las zonas que ellas señalaban que les dolía, comenzó a palparles los pechos "a manos llenas", a acariciar los pezones con los dedos y, en varias ocasiones, a introducir su mano por debajo de la ropa interior para "frotar" la vagina. El forense alegó durante su declaración que él actuó en todo momento como profesional, que tocó aquellas zonas que las mujeres decían que le dolían y que la palpación de pechos era una prueba más para comprobar su existía una irradiación de dolor por lesiones en la columna o en las cervicales.

Durante la sesión de ayer, un abogado, aportado por la defensa, declaró que, con anterioridad a las denuncias, había recibido una llamada telefónica de otra abogada interesándose por "posibles víctimas" de supuestos abusos del forense. El abogado señaló que percibió que se fraguaba "una conspiración" contra el médico en una reunión con otros compañeros en las que se criticó a Hernández por las indemnizaciones que sus clientes percibían tras sus informes médicos.