Las obras del edificio Fòrum se refuerzan con más medios para asegurar que esté en 2004

Sin pausa. Las obras del edificio Fòrum, la joya de la corona del evento de 2004, van a acelerar el ritmo para asegurar que esté listo el 9 de mayo, el día del arranque del Fòrum. El retraso de los trabajos de la macroestructura que soportará la planta del edificio y cubrirá la plaza ya ha tenido dos efectos: la revisión de las fechas de la entrega del edificio y el refuerzo de los medios técnicos, de momento con dos grandes grúas que tienen que levantar la estructura de hierro. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, reconoció ayer que "no hay margen de error".

Dos imponentes grúas alemanas Liebbherr, de un azul impoluto y con plumas de 70 y 102 metros de altura, se están acabando de situar en el lado más cercano al mar del edificio Fòrum, un triángulo equilátero de 180 metros de lado. Se prevé que la semana próxima estén listas para iniciar el montaje de la macroestructura por el lado opuesto a la parte en la que se está trabajando ahora.

Se trata de un inmenso mecano de hierro de 3.000 toneladas que se tiene que anclar entre sí y a los 17 pilares del edificio. De esa estructura colgará otra que será la que pisará el visitante del edificio. Estará alzada sobre la plaza a una altura que oscilará entre los 12 metros de la cota más alta y los 3,40 de la más baja.

El montaje está resultando más difícil de lo previsto, hasta el punto de que las obras sufren un retraso de tres meses (veáse EL PAÍS del pasado jueves). "Las otras dos grúas trabajarán en el montaje desde el lado opuesto y se podrá ir más rápido", explicaban ayer responsables de Infraestructuras del Llevant.

El retraso en la construcción ha provocado que la fecha de fin de obra, prevista entre noviembre y diciembre de este año, se modifique. Para diciembre, según la empresa, se acabarán los accesos del edificio y el aparcamiento -de 700 plazas-; en febrero se prevé el acabado del auditorio y la superficie de la plaza, y para marzo se ha previsto la entrega de la planta elevada, cuyo techo será en realidad una piscina de 20 centímetros de profundidad por la que circulará agua para refrigerar el edificio.

A pie de obra, en cambio, los técnicos auguran más problemas en el montaje de la piel exterior de la planta: un armazón de hormigón rugoso, de color azul añil, perforado por ventanas inclinadas.

El alcalde reconoció ayer que el calendario está ya más que ajustado y que "no hay margen de error". Explicó que todavía no se ha decidido si el edificio estará dentro del perímetro cerrado del recinto del Fòrum o si, por el contrario, quedará abierto. Lo que parece probable es que en la planta del edificio se ubique el centro de prensa. En cuanto al presupuesto, Clos dijo que no se ha incrementado y que se mantiene en unos 100 millones de euros: 72 del propio edificio y el resto de urbanización de la plaza y el aparcamiento.

De momento, las tripas del auditorio del edificio Fòrum ya son visibles: los foyers, el escenario, la platea y los anfiteatros ya empiezan a dibujarse en el sótano. El auditorio estará por debajo del nivel del suelo y cerrado por una caja de cristal que emergerá en la plaza. Desde allí se podrá contemplar lo que ocurra en la sala cuando no se realice una actividad programada. Un sistema de doble vidrio opaco impedirá la visión del auditorio, la mayor sala que tendrá Barcelona, con 3.200 plazas. Ese gran espacio se podrá convertir en sala de trabajo con mesas si es necesario y se comunicará por una rambla subterránea de 20 metros de ancho con el centro de convenciones.

En cuanto al futuro del edificio tras la celebración del Fòrum, Clos señaló que en la planta -de 5.000 metros cuadrados- podría ubicarse una exposición permanente sobre las principales conclusiones y los valores debatidos en el Fòrum. Está exposición se nutrirá con elementos procedentes de las diversas exhibiciones. En el lado más cercano al mar se habilitará una sala para celebrar bodas civiles, según adelantó el alcalde.