Habló Aznar y eclipsó a los 'delfines'
Llegó José María Aznar el sábado, media hora más tarde que todo el mundo a la convención del PP, la sintonía del partido invadió la sala, estallaron los aplausos y él se hizo con todos los titulares.
Ni Rodrigo Rato, de quien algunos pensaban que iba a erigirse en protagonista porque era el único vicesecretario que no iba a hablar; ni Mariano Rajoy, que se traía muy trabajados sus chistes sobre gallegos y el Prestige al estilo de "somos así y de la otra manera" y sobre "lo que pasa, no pasa o podía no haber pasado", logró brillar más tiempo del que duraron las risas; ni Jaime Mayor Oreja, el presunto protagonista de la convención, puesto que era el responsable del programa electoral que se presentaba, lograron hacerse un hueco bajo la estela de Aznar.
A Mayor Oreja le hubiese venido bien en esta convención un buen baño de aplausos tan cálido como los que recibieron Fraga y Francisco Álvarez Cascos, sobre todo, cuando aún permanece en el recuerdo su imagen llegando tarde a la votación sobre los presupuestos vascos, con lo que el PNV consiguió aprobarlos. Pero su discurso no levantó pasiones ni en la concurrencia del PP ni en los medios.
Por un día los periodistas dejaron de hablar también del "efecto Botella" en la candidatura de Alberto Ruiz Gallardón. De repente, todo el interés radicaba en conocer quién dentro del PP sabía de las intenciones de Aznar y desde cuándo. Que si Arenas sí, pero Mayor Oreja no, que ni Rato ni Rajoy... Aznar había conseguido llevar el debate una vez más a las profundidades de su cuaderno azul.
Para cuando muchos analistas caían en la cuenta de que el gesto de Aznar de concurrir por Bilbao en el puesto 29 no era más que un gesto, en las portadas de casi todos los periódicos destacaba su apellido y no el de los sucesores.
Tal vez en las siguientes semanas apenas se hable del "efecto Aznar" en la alcaldía de Bilbao. Y aunque él insista en que no toca hablar de la sucesión ni de planes de belleza en siete días, tal vez no logre evitarlo. Pero este fin de semana, se salió con las suyas.
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