"Miré a Jaime y sonreía, estaba tan contento como yo"
Cuando José María Aznar anunció ayer que se presentaría a las listas del PP en Bilbao para las municipales del 25 de mayo, Antonio Basagoiti, el cabeza de lista, se enteró al mismo tiempo que los otros 1.948 cargos del PP que asistían a la convención.
Este licenciado en derecho de 33 años, "empleado de banca en excedencia", casado y con dos hijas, hijo de la familia fundadora del Banco Central Hispano, segundo de nueve hermanos, socio acérrimo del Athletic de Bilbao y amante de la gastronomía hasta el punto de haber sopesado en algún momento de su vida dedicarse a ella como profesional, entró en política con 25 años de la mano de Jaime Mayor Oreja. Ayer estaba feliz. "Cuando Aznar anunció que vendría en nuestras listas, miré a Jaime y sonreía; estaba tan contento por lo menos como yo. No sé si Jaime sabría la historia. Para mí, que de todos los que estábamos allí sólo lo sabían Javier Arenas y Ana Botella".
"Se lo propuse a Aznar en noviembre, de forma muy suave, y dijo que lo estudiaría"
¿Le beneficia a Mayor Oreja la decisión de Aznar en la carrera por la sucesión? Basagoiti no quiere contestar a eso, por aquello de que el tema "no toca", como diría Aznar, pero otras fuentes del País Vasco no dudaron ni un segundo en responder que sí. "Todas las posibilidades de Jaime pasan por tener un buen resultado en el País Vasco y ahora estaremos más cerca que nunca", sentencian.
El PP cuenta con ocho concejales en Bilbao, uno menos que el PNV y EA, que gobiernan la ciudad. Y Basagoiti no duda de que ahora tendrá más posibilidades que nunca de ser alcalde. "Éste será el comienzo de la decadencia del PNV. Si lográramos ganar la alcaldía acabaríamos con los cuatro o cinco mil empleos puestos a dedo por el PNV en sitios clave como el Palacio Euskalduna, la Feria Internacional de Muestras o el Guggenheim. El PNV sólo tiene el 32% de los votos del País Vasco y sin embargo domina el 90% de los órganos de gestión pública y privada, desde el Guggenheim hasta el Athletic de Bilbao, del que soy socio y cuyas votaciones para la presidencia se celebran en un batzoki [sede local del PNV]. Estamos tan ocupados el PSOE y el PP por hablar de la libertad en el País Vasco que casi nunca recordamos que en el País Vasco sólo trabajan y encuentran viviendas la gente del PNV".
¿Cómo se le ocurrió a Basagoiti la idea? "Se lo propuse a Aznar en noviembre, de una forma muy suave, en una reunión de candidatos a la alcaldía de distintas ciudades españolas. Pero se me había ocurrido meses antes, cuando escuché a Aznar, durante una comisión nacional, hacer un llamamiento a los cargos nacionales para que se implicaran en las elecciones vascas. Le pregunté entonces a Iturgaiz, si se lo podía proponer. Él consultó a Jaime [Mayor Oreja] y me dijo que lo hiciera con tacto. Pero todo el mundo presente en la reunión de La Moncloa se lo tomó a broma. Todos menos Aznar, Arenas y yo. Aznar dijo que lo estudiaría y que tomaría la decisión en función de si iba a ser bueno o malo para el PP vasco. Y Arenas le preguntó a Aznar: '¿Y qué van a pensar María San Gil y Alfonso Alonso [candidatos por San Sebastián y Vitoria]?'. Y Aznar contestó: 'Que se les hubiera ocurrido a ellos'. Era más fácil que se me ocurriera a mí, porque el apellido Aznar está muy presente en Bilbao", recuerda Basagoiti. "Uno de los principales edificios de Bilbao, pegado a la casa consistorial y a cien metros de la sede del PNV, se llama precisamente Edificio Aznar.
Yo esperaba una respuesta de Aznar el próximo martes en La Moncloa, porque tenemos una reunión con él los candidatos de ciudades vascas".
El candidato a la alcaldía de Bilbao parecía ayer uno de esos porteros reservas que tienen que salir de pronto a jugar el partido en la tanda de penaltis y reacciona con un aplomo sorprendente. De repente, todos los focos apuntaron a él, las cadenas competían por entrevistarlo pero él se mantenía tranquilo. "En las elecciones de 1999 sólo 7.000 votos me separaron de la alcaldía en Bilbao. Tenemos allí sólo 1.010 militantes, pero 71.000 votos en una ciudad de 358.000 habitantes". No sabe todavía que tipo de campaña hará Aznar en Bilbao. "Pero yo voy a seguir haciendo la mía: puerta a puerta, barrio a barrio. Los vascos quieren ver en la calle a la gente del PP y me van a ver. Yo tengo derecho a hacer la misma campaña que lo que haga el candidato del PNV. Y la voy a hacer".
El candidato a la alcaldía de Bilbao por el PP cuenta con escolta desde hace seis años, dos meses después de que mataran a Miguel Ángel Blanco. "La Ertzaintza detuvo entonces a un etarra que iba a atentar contra mí". Su padre es presidente de Unión Fenosa y consejero delegado del Banco de Santander Central Hispano. "Pero quiero dejar bien claro que siempre he separado mucho la vertiente económica de mi apellido de la política. Mi familia me ofrece todos los días un puesto de trabajo fuera del País Vasco pero yo sigo en esto porque me gusta. Y me lo he currado todo desde bien abajo. Con 25 años ya salí en el quinto puesto de las listas municipales".
Con el típico secretismo de las operaciones diseñadas por Aznar, Arenas llamó ayer a Iturgaiz y le dijo que acudiese a la convención de Madrid con la gente del País Vasco desde primera hora de la mañana. No le dijo más.
El baile de la sucesión se paró por un momento. O eso parecía.
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