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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Las ocultas mujeres del Renacimiento

Miguel Ángel Villena

Casadas, monjas, rameras o brujas. Pocos estados civiles o profesiones diferentes a estos cuatro podían elegir las españolas del Renacimiento. Salvo las escasísimas mujeres de la nobleza, a las que les estaba permitido dedicarse a la política o a la cultura, el resto debía confinarse en su papel de madre y de esposa, profesar entre las gruesas paredes de un convento, vender su cuerpo entre las cortinas de un prostíbulo o refugiarse entre las pócimas de las sacerdotisas. Recién salida del oscurantista túnel medieval, España se abría en el siglo XVI a ciertos vientos de renovación. Pero el poder tradicional, desde el microcosmos de la familia hasta la autoridad absoluta de la Monarquía pasando por la vigilancia omnipresente de la Inquisición, relegaban a las mujeres no sólo a roles secundarios sino a una opresión que abarcaba todos los campos.

CASADAS, MONJAS, RAMERAS Y BRUJAS

Manuel Fernández Álvarez Espasa. Madrid, 2002 320 páginas. 21,03 euros

El interés del profesor Manuel Fernández Álvarez por la historia social, por las infinitas facetas de la vida privada, se remonta a décadas atrás, mucho antes de que el declive de los análisis marxistas alumbrara una atención creciente por la microhistoria. Por tanto, el libro que ahora publica este autor de éxito es fruto de años de dedicación y debe mucho a la colaboración de discípulos de Fernández Álvarez como él mismo se encarga de subrayar en el prólogo. Al igual que en otros trabajos suyos, el que fuera catedrático de Salamanca abre su libro con un amplio retrato de la época para proseguir después con la valoración social de la mujer en el siglo XVI y extenderse a continuación en el núcleo del tema, es decir, las casadas, las monjas y las brujas. Todo ello, sin olvidar a las parias entre las marginadas, es decir, las criadas y las esclavas o a aquellas mujeres excluidas por motivos religiosos y étnicos como las moriscas y las gitanas. "¡Oh, que es un verdugo! Pero es tu marido. ¡Es un beodo! Pero el ñudo matrimonial le hizo contigo uno. ¡Un áspero, un desapacible! Pero miembro tuyo ya y miembro el más principal". Vaya ñudo atado y bien atado. Con sentencias de este tono se despachaba fray Luis de León en su obra La perfecta casada, un compendio de la doctrina de la época sobre el lugar social asignado a la mujer. Una vez más, un delicioso libro de historia salpicado de referencias como la citada, en el que Fernández Álvarez no se limita a analizar los grandes acontecimientos que han movido y mueven el mundo, sino que desliza a los lectores por la vida cotidiana, por los sabores y sinsabores, por los lados ocultos de las cosas, como el papel de las mujeres en el Renacimiento español.

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