España y Marruecos coinciden en Rabat en el deseo de "pasar página" tras 15 meses de tensiones

"Pasar página" es la expresión que resume el punto de encuentro alcanzado ayer en Rabat por sendas delegaciones de España y Marruecos reunidas para preparar la entrevista que el próximo 30 de enero mantendrán los respectivos ministros de Asuntos Exteriores. La fecha para el cara a cara quedó cerrada en esta reunión. Habló de "pasar página" el secretario de Estado español, Ramón Gil-Casares, y también su interlocutor marroquí, Taieb Fassi-Fihri.

Gil-Casares, como jefe de la delegación española, afirmó que "se ha recuperado la confianza" durante el mes transcurrido desde que se vieron en Madrid la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, y su colega marroquí, Mohamed Benaissa. Advirtió, sin embargo, que no cabe esperar "soluciones milagrosas para problemas complejos", aunque sí un "espíritu abierto" que permita conocer mejor las inquietudes de unos y otros a fin de "escribir un nuevo libro" de las relaciones hispano-marroquíes.

Fassi-Fihri, número dos del Ministerio marroquí de Exteriores, manifestó que es preciso "atenuar el espacio de los malentendidos a pesar de las dificultades" e hizo votos porque se superen las divergencias y se restablezcan la confianza y el respeto mutuo.

Los dos diplomáticos hicieron las anteriores declaraciones en el acto de constitución de tres grupos de trabajo -sobre diálogo político, movimientos migratorios y delimitación de aguas territoriales-, que, según Fassi-Fihri, darán "mayor claridad y presencia" al proceso de normalización de las relaciones entre los dos países.

La parte española se muestra convencida de poder acordar el retorno de los embajadores -ausente el marroquí de Madrid desde hace 15 meses y el español de Rabat desde el pasado julio- en la nueva entrevista que Palacio y Benaissa tienen previsto mantener en la capital de Marruecos el próximo 30 de enero.

Por su parte, Palacio dijo ayer en Bruselas que espera que en las próximas semanas las relaciones institucionales entre España y Marruecos se normalicen "plenamente".