Las cláusulas de garantía han desaparecido en los principales países de la zona euro
En los principales países de la zona euro, la cláusula de garantía salarial -permite recuperar el poder adquisitivo perdido cuando la inflación sobrepasa lo previsto- tiene menos relevancia que en España, ya que el índice de precios al consumo (IPC) es mucho más bajo y suele estar en sintonía con los objetivos. En Francia, esta cláusula (conocida como indexación) se empleó de forma generalizada hasta el año 1983, especialmente en la época de gobierno de Giscard D'Estaing (hasta 1981). Entonces la inflación, ahora en el 2,2%, alcanzaba siempre los dos dígitos y una forma de garantizar la paz social con el sindicato comunista CGT era ligar las subidas salariales al IPC. En 1983, dos años después de la llegada de los socialistas al poder, se impuso una época de austeridad que acabó con este mecanismo. Ahora, los sindicatos negocian con las patronales las subidas salariales en los convenios.
También en Italia la década de los ochenta marcó el fin de las cláusulas de revisión, un sistema que allí recibía el nombre de escala móvil. Desde que los sindicatos perdieron aquella batalla, las subidas salariales se fijan por lo general de forma anual según el objetivo de IPC que marca el Gobierno. En Italia existe un convenio colectivo único con apartados para cada sector. Sin embargo, este sistema genera protestas, ya que la cifra oficial de inflación para 2002 fue del 1,8%, mientras que el nivel alcanzado finalmente en diciembre fue del 3%.
En Alemania, las cláusulas de revisión como tales nunca han existido, aunque los sindicatos abordan la negociación colectiva con peticiones muy parecidas a las de las organizaciones españolas: subidas salariales que tengan en cuenta la inflación más la productividad. Es bastante común que los trabajadores logren incrementos superiores al IPC. El año pasado, por ejemplo, muchos convenios pactaron subidas del 3%, mientras que la inflación cerró en diciembre en el 1,1%.
Texto elaborado con las informaciones de Octavi Martí, Lola Galán y Ciro Krauthausen.
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