Corretja encalla ante López
La nueva mentalidad que Àlex Corretja esgrimía para la temporada que acaba de empezar sufrió ayer el primer atropello. El tenista catalán, 19º del mundo, perdió en el Abierto de Australia frente al toledano Feliciano López, el 62º, en cuatro disputadas mangas. "Caer en una primera ronda de un torneo del Grand Slam siempre es una decepción", reconoció Corretja; "y más este año, porque había hecho un buen trabajo y de nuevo había encontrado la motivación necesaria para jugar bien".
No hubo otros argumentos de justificación. Corretja, campeón de la Copa Davis en 2000, del Masters en 1998 y dos veces finalista en Roland Garros, nunca acabó de sentirse cómodo en la superficie Rebound Ace, de Melbourne, y no encontró los resortes que podían habilitarle para superar a López. "Jugó un partidazo", agregó el barcelonés, de 28 años, refiriéndose a su rival; "cuando sacó, me dio muy pocas opciones. No creo que me haya equivocado. Si volviera a jugar, no cambiaría nada".
Desde que ganó el Masters, Corretja ha encontrado serios problemas de mentalización que le han impedido ajustar su potencial real al nivel de sus resultados. "Me siento tan feliz en mi vida personal", ha confesado muchas veces, "que me cuesta motivarme para jugar al tenis". Sin embargo, el exhaustivo trabajo psicológico realizado por su entrenador, Javier Duarte, y por su hermano, Sergio, que desde el año pasado forma parte de su equipo técnico, parecía haberle devuelto la ilusión. Corretja regresó al circuito la semana pasada con renovadas esperanzas.
Su derrota inicial en la primera cita del Grand Slam de la temporada vuelve a verter dudas sobre el futuro de su carrera. Tenísticamente, la tiene resuelta con lo que ha conseguido hasta ahora, aunque está claro que le falta un título de los grandes, y, a nivel personal, su vida está enfocada: sin problemas económicos, casado y esperando su primer hijo. Ésa es precisamente su batalla actual. Tiene tenis de sobra para regresar a la élite, pero para ello es indispensable disponer de una buena mentalidad.
Y eso es lo que le sobra a Feliciano López. El toledano, de 21 años, despegó definitivamente el curso pasado, cuando alcanzó los octavos de final en Wimbledon. "Salí muy mentalizado y ahí estuvo la clave", comentó; "contra Àlex, si no estás convencido de que le ganarás, acabas perdiendo". Su próximo rival será el estadounidense Robby Ginepri, el 101 del ránking.
A la sorpresa de López se unió la de la navarra Cristina Torrens-Valero, que eliminó a la croata Iva Majoli (29ª).
Una raqueta revolucionaria
La evolución de los materiales parece imparable en el tenis. Ayer, en Sydney, dos científicos australianos presentaron una nueva raqueta que puede multiplicar por diez la potencia de los golpes de las actuales. Está construida con nanotubo de carbono, ya utilizado ahora en pequeñas cantidades en la mayoría de las raquetas. "Con estos tubos microscópicos se consigue una mejora muy considerable en resistencia y potencia sin aumentar el peso", afirma Ying Chen, uno de sus inventores. Otra ventaja es que esta raqueta sería más barata en el mercado.
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